El arresto de Gross frenó las iniciativas que el presidente estadounidense, Barack Obama, había comenzado a tomar respecto a Cuba a su llegada a la Casa Blanca
El contratista estadounidense Alan Gross, acusado de espionaje, fue condenado hoy en Cuba a 15 años de cárcel por «actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado», sentencia calificada por Estados Unidos como «otra injusticia» contra su ciudadano.
El tribunal que sometió a Gross a juicio oral la semana pasada, consideró probada «la participación directa del contratista estadounidense en un proyecto subversivo del gobierno de Estados Unidos».
El acusado fue encontrado culpable de «tratar de destruir la Revolución mediante el empleo de sistemas de infocomunicaciones fuera del control de las autoridades para promover planes desestabilizadores contra diversos sectores sociales», informó la agencia de noticias DPA.
Gross, quien trabajaba en Cuba para una empresa contratista del Departamento de Estado estadounidense cuando fue arrestado, fue acusado de introducir equipos satelitales de comunicación no autorizados en Cuba.
Washington niega la acusación y sostiene que el contratista tenía que repartir esos equipos a la comunidad judía para facilitar su acceso a Internet.
El caso que motivó un freno de Estados Unidos en las medidas de flexibilización del bloqueo que Washington aplica al país caribeño desde hace 50 años.
La Casa Blanca consideró ayer en un comunicado que «la sentencia de hoy añade otra injusticia al calvario de Alan Gross», según reportó la agencia de noticias DPA.
«Él ha pasado ya demasiados días detenido y no debería pasar ni uno más. Exigimos la liberación inmediata del señor Gross, para que pueda regresar a su hogar con su esposa y su familia», añadió el comunicado firmado por el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor.
El acusado, según el gobierno cubano, reconoció durante el juicio «haber sido utilizado y manipulado por la Agencia para el desarrollo internacional USAID de Estados Unidos, subordinada al Departamento de Estado y que financia la empresa contratista DAI en nombre de la cual Gross vino a Cuba».
Gross, de 61 años, puede interponer recurso de casación ante la sala de los delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Popular.
Su defensa pidió durante la vista oral la libertad para Gross, teniendo en cuenta que lleva encarcelado 15 meses.
El arresto de Gross frenó las iniciativas que el presidente estadounidense, Barack Obama, había comenzado a tomar respecto a Cuba a su llegada a la Casa Blanca.