Las alzas en los precios de los alimentos y combustibles y los temores a una activa temporada de huracanes han obligado al Gobierno cubano ha apretarse aún más el cinturón
Las alzas en los precios de los alimentos y combustibles y los temores a una activa temporada de huracanes han obligado al Gobierno cubano ha apretarse aún más el cinturón, ahora que ha aprobado un inédito plan de reformas para intentar paliar la crisis económica que ha afectado a esa nación comunista.
Este asunto fue comentado la semana pasada por el presidente cubano, Raúl Castro, durante el Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que aprobó más de 290 reformas económicas para mejorar su economía y «actualizar» el modelo que existe en la isla desde hace más de 52 años.
«A pocos meses de iniciado el 2011 (…), ya se eleva a más de 800 millones de dólares el costo adicional de las importaciones del año, sólo por el incremento de los precios, para adquirir las mismas cantidades planificadas, lo que nos obligará en cuanto termine el Congreso a realizar ajustes al plan aprobado en diciembre pasado», dijo Castro durante su discurso.
Cuba importa entre el 60 y 70 por ciento de los alimentos que consume y el 50 por ciento del combustible. Los altos precios de la gasolina en el mercado mundial también han elevado el costo de otras compras que la isla realiza en el extranjero, así como su transporte.
Las lluvias han estado este año un 90 por ciento por debajo de la media, lo que podría elevar aún más las importaciones de alimentos. Los huracanes como promedio azotan la isla cada dos años, sin embargo, en el año 2008 fue blanco de una de las peores temporadas que dejó pérdidas millonarias de las que todavía no han podido recuperarse.
Este panorama mantiene en alerta a acreedores y empresarios extranjeros en la isla que recuerdan cómo en 2008 –tras el alza del precio de los alimentos y el embate de varios huracanes– el Gobierno cubano demoró los pagos y dividendos a las empresas mixtas y congeló las cuentas bancarias de sus socios.
El Gobierno se vio obligado a recortar un 37 por ciento de las importaciones en 2009 y mantuvo un nivel similar el año pasado, lo que alivió los efectos de la crisis financiera de 2008, pero desaceleró el crecimiento a menos del 2 por ciento.
Economistas locales han dicho que Castro había logrado mejorar la situación de la economía dominada por el Estado, al tiempo que había conseguido acumular reservas desde 2008, aminorando las probabilidades de una crisis de liquidez.
Según el Banco de Pagos Internacionales, Cuba tenía 5.300 millones de dólares (3.600 millones de euros) en depósitos en bancos extranjeros al cierre de 2010, comparado con los 2.600 millones de dólares (1.771 millones de euros) a fines de 2008.
Igor Montero, presidente del monopolio estatal importador de alimentos Alimport, informó a los medios locales la pasada semana de que la isla gastará 308 millones de dólares (209 millones de euros)más para importar este año alimentos como el trigo, maíz, soya y leche en polvo, un 25 por ciento por encima de lo planificado.
«Nuestro precio por una libra de pollo ha ido de 0,33 centavos de dólar en febrero a 0,51 para las entregas en junio, una subida del 52 por ciento», comentó un empresario estadounidense que vende en efectivo aves de corral a Cuba, en virtud de una enmienda del embargo comercial que aplica Washington.
En conclusión, esto significa que los cubanos, que han visto cómo este año suben los precios de los alimentos y combustibles, deberán prepararse para más.
«Esto incrementará las tensiones financieras externas y será necesario aplicar nuevos ajustes que al final tendría un impacto negativo para la población», advirtió un economista local que pidió no ser identificado.