Rosa, hermana de Juan Soto García, fallecido supuestamente por una paliza policial, desmiente a la oposición

«Eso de que lo golpearon es una gran mentira»

Soto padecía varias enfermedades como gota, hipertensión arterial y crecimiento del corazón

"Eso de que lo golpearon es una gran mentira"
Juan Wilfredo Soto.

La disidencia cubana ha denunciado que Soto García, de 46 años, murió a consecuencia de una paliza que agentes de la policía le propinaron dos días antes de su fallecimiento

Familiares del fallecido opositor cubano Juan Wilfredo Soto García niegan que éste fuera golpeado por la policía, como denuncia la disidencia interna de la isla, en declaraciones que publica este jueves el diario oficial Granma.

«Eso de que lo golpearon es una gran mentira. No tenía ninguna marca de golpeadura, todo es un invento de la propaganda contrarrevolucionaria», afirmó al rotativo Rosa Soto García, hermana del disidente, fallecido en un hospital de Santa Clara (centro) el pasado domingo.

De acuerdo con el relato de Rosa Soto publicado en Granma, su hermano padecía varias enfermedades como gota, hipertensión arterial y crecimiento del corazón, recibía atención médica desde hacía muchos años y «llevaba una vida muy desordenada y no cumplía las indicaciones de los galenos».

La disidencia cubana ha denunciado que Soto García, de 46 años, murió a consecuencia de una paliza que agentes de la policía le propinaron dos días antes de su fallecimiento.

El Gobierno cubano niega esa agresión policial, afirma que ese ciudadano falleció a causa de una pancreatitis aguda y denuncia que este caso se está utilizando como una «nueva campaña difamatoria» contra la revolución.

Según el artículo de Granma, la hermana de Juan Wilfredo dice que la familia está «muy dolida con esta campaña que se ha formado» y que incluso el hijo del disidente, de 14 años, pidió a los disidentes que se fueran del cementerio el día del entierro por el «asco» que le dio la postura de los opositores.

El periódico también incluye el testimonio de Madelín Soto, sobrina del disidente, quien asegura que fue a ver a su tío al hospital y no le observó señal de violencia alguna, versión en la que coincide su esposo Yasmil Pérez, quien lo acompañó al centro sanitario y estuvo con él un día entero.

Granma -portavoz del gobernante y único Partido Comunista de Cuba (PCC)- publica también el relato de dos personas que estuvieron y hablaron con el fallecido el 5 de mayo, cuando según la disidencia se habría producido la supuesta paliza policial en un parque público de Santa Clara.

El rotativo señala que Jorge Álvarez, un vendedor de flores, escuchó a Wilfredo gritar «consignas contrarrevolucionarias», después dos agentes policiales lo condujeron a un coche patrulla «sin que hubiera el más mínimo forcejeo» y que al poco rato vio nuevamente al disidente en el citado parque.

El periódico también cita a Ricardo Rodríguez, el médico forense que practicó la autopsia, quien asegura que la causa de la muerte de Soto García fue «una pancreatitis aguda, con focos hemorrágicos a nivel de cola y cuerpo pancreáticos» y añade que las otras enfermedades que padecía Juan Wilfredo «alteraron todos los parámetros por descompensación».

«En la necropsia no se apreciaron signos de violencia a nivel externo, interno, ni en los planos anterior o posterior», indica el periódico a partir de las explicaciones del especialista.

El pasado martes, varios disidentes como el psicólogo y periodista independiente Guillermo Fariñas afirmaron en La Habana que la policía ha amenazado a varios testigos de la supuesta golpiza a Juan Wilfredo Soto y que los familiares del disidente están «aterrorizados» y no quieren hablar para no tener conflictos.

 

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Autor

Emilio González

Emilio González, profesor de economía española, europea y mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

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