Guatemaltecos piden en la calle justicia por el asesinato de Facundo Cabral

Guatemaltecos piden en la calle justicia por el asesinato de Facundo Cabral

Decenas de guatemaltecos se congregan para rendir un homenaje al trovador argentino Facundo Cabral y exigir justicia por su crimen este 10 de julio, en Ciudad de Guatemala (Guatemala). EFE

EFE/Archivo

Cientos de guatemaltecos salieron hoy a las calles para exigir justicia por el asesinato del cantautor argentino Facundo Cabral, perpetrado el sábado por un grupo de sicarios, mientras que las autoridades aún no informan sobre los avances de la investigación.

Los restos de Cabral yacen en una funeraria privada a la espera de su repatriación el martes.

«Estamos consternados y rabiosos por la violencia que afecta a nuestro país, y avergonzados porque este gran poeta encontró la muerte aquí, y lo único que hizo fue traernos amor y cultura», dijo a Efe una universitaria que participó en una caminata que se inició en la estación de bomberos donde falleció Cabral y culminó en la Plaza de la Constitución.

El asesinato del músico convocó a cientos de personas de todas las edades, entre políticos, artistas, activistas, estudiantes, amas de casa y hasta funcionarios del Gobierno, que colocaron flores y velas en un improvisado altar que se ha ido formando en la base del asta gigante que sostiene la bandera guatemalteca en medio de la Plaza.

«Este es un hecho lamentable, pero tenemos que esperar el resultado de las investigaciones y confiar en las autoridades», dijo a los periodistas el presidente del Parlamento, Roberto Alejos, quien se unió a las manifestaciones de repudio.

Hasta el momento las autoridades, que son apoyadas por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), no han informado sobre el curso de las investigaciones.

Lo único que han hecho público es el hallazgo, horas después del crimen, de un vehículo de lujo todoterreno que presumen fue utilizado en el ataque, y dentro del cual encontraron un arma, un chaleco antibalas y casquillos de fusil.

El presidente Álvaro Colom ha asegurado que su Gobierno trabaja a marchas forzadas para esclarecer el asesinato y su ministro del Interior, Carlos Menocal, ha pedido «no especular» sobre los posibles móviles.

«No se darán más detalles (de la investigación) hasta que tengamos elementos concretos» adelantó el sábado Menocal.

Según fuentes de la Policía Nacional Civil (PNC), cinco equipos especializados de investigadores han sido designados para trabajar en este caso, además de decenas de agentes de la Fiscalía.

Las primeras líneas de investigación apuntan a que el ataque no iba dirigido en contra de Cabral, sino contra el empresario Henry Fariña, quien conducía el vehículo en el que el cantante se dirigía hacia el aeropuerto para volar de regreso a Buenos Aíres.

Fariña, herido de gravedad en el ataque, es un nicaragüense radicado en Guatemala desde hace varios años quien, según investigadores guatemaltecos, era propietario de varios centros nocturnos en Centroamérica.

Fuentes de la embajada de Argentina en Guatemala confirmaron que en las próximas horas se espera la llegada al país de familiares del trovador, que se encargarán de repatriarlo el próximo martes a su país.

De momento, los restos del cantautor permanecen en una funeraria privada del sur de la capital guatemalteca sin que los centenares de admiradores suyos que han llegado al lugar desde la tarde del sábado puedan darle el último adiós.

«La familia pidió que todo fuera muy privado» y por eso no accedió a las suplicas de los cientos de guatemaltecos que indignados y avergonzados han querido acompañar al trovador, explicaron fuentes diplomáticas argentinas.

En la que se cree fue la última entrevista concedida por Cabral, el cantautor confesó sentirse «espantoso» por tener que afrontar su despedida de los escenarios porque «amo mi trabajo, porque es mi vida».

Cabral fue entrevistado por el diario local Nuestro Diario el pasado miércoles en la ciudad de Quetzaltenango, oeste del país, en donde ofreció su último recital un día después.

«Sólo le pido al Padre que me regale unos días más para terminar de llevar un mensaje de paz a la humanidad», indicó el cantante.

El asesinato del músico y poeta, de 74 años, ha supuesto un duro revés para la imagen de Guatemala debido a que acrecienta su mala reputación como una de las naciones más violentas del mundo.

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