Felipe no es hijo de María del Carmen Gualdero de García, secuestrada en junio de 1976 cuando se encontraba en el noveno mes de gestación; ni Marcela de Bárbara Miranda de Lanuscou y Roberto Lanuscou, asesinados ese mismo año
El ADN de Marcela y Felipe, los hijos adoptivos de la dueña del grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, no coincidió con los perfiles genéticos de las dos familias querellantes, que desde hace más de ocho años protagonizan un conflicto legal para conocer la verdadera procedencia de estos dos jóvenes que se presume fueron robados durante el último régimen militar (1976-1983).
El proceso de comparación se ha realizado ayer en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) en presencia de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, la fiscal Rita Molina y de varios peritos, según han informado la agencia oficial Télam y el diario ‘Clarín’.
Las Abuelas de la Plaza de Mayo -organización dedicada a buscar a los descendientes secuestrados durante la dictadura- denunciaban que Marcela y Felipe fueron adoptados de manera ilegal por la familia Noble Herrera en 1976, pues insisten en que se trata de dos niños que fueron apartados de sus padres durante la represión militar.
Sin embargo, los resultados de estas pruebas echan por tierra la hipótesis de que Felipe era hijo de María del Carmen Gualdero de García, secuestrada en junio de 1976 cuando se encontraba en el noveno mes de gestación; y Marcela de Bárbara Miranda de Lanuscou y Roberto Lanuscou, asesinados ese mismo año.
Marcela y Felipe entregaron el pasado 24 de junio de manera voluntaria más muestras en un intento de poner fin a este litigio que comenzó hace casi una década. Ahora, el ADN de ambos será cotejado con todos los perfiles genéticos almacenados en el BNDG correspondientes a familiares de secuestrados entre 1975 y 1976, según lo establece la orden judicial.
Los representantes de los Noble Herrera resaltaron que «esta respuesta podría haberse obtenido hace ocho años, cuando los hermanos ofrecieron su primera muestra voluntaria» para compararlas con ambas familias, informa ‘Clarín’.
En 2002, las Abuelas de Plaza de Mayo comenzaron una lucha por determinar el origen de los dos hijos de la dueña de Clarín, grupo de comunicación que mantiene en la actualidad fuertes confrontaciones con el gobierno de izquierda de la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pugna que tiene sus orígenes cuando su fallecido esposo, Néstor Kirchner, asumió el poder en 2003.
Sin embargo, desde que las Abuelas de Plaza de Mayo iniciaron las acciones judiciales el proceso se ha visto obstaculizado por diversos recursos de apelación y anulación que han llevado el caso hasta nuestros días sin que se conozca la verdadera identidad de los hermanos Noble Herrera.
El caso volvió a salir a la palestra el 28 de diciembre de 2009, cuando la justicia argentina ordenó a Marcela y Felipe entregar muestras de ADN, aún cuando los dos hermanos se habían ofrecido anteriormente a hacerlo pero con la condición de que sus datos fuesen cotejados sólo con los de la familia querellante. Sin embargo, las familias afectadas y las Abuelas de Plaza de Mayo cuestionaron el procedimiento de extracción, lo que obligó a invalidar las muestras dilatando más el conflicto, a pesar de que los peritos aseguraron que todo se había realizado ajustado a la ley.
Desde entonces, las autoridades argentinas han allanado en dos oportunidades las residencias de los hermanos Noble Herrera para buscar más muestras de las que ya se habían ofrecido, hecho que fue calificado por los propios jóvenes como una «persecución» por parte del Gobierno y de algunos medios de comunicación.