Los padres de una de las menores, detenidos, arreglaban los encuentros

La familia rumana que prostituía a sus hijas a 30 euros la ‘sesión’

Una de las chicas tiene una ligera discapacidad psíquica

La Policía Nacional de Gijón ha detenido a seis personas por prostitución y corrupción de menores , entre ellas a los padres de una de las menores que se beneficiaban de los regalos y dinero obtenidos por la menor.

Los cuatro restantes eran clientes que contrataban los servicios sexuales de las menores, a sabiendas de su minoría de edad.

Según informó la Policía, todas las actuaciones han sido puestas en conocimiento del Juzgado de instrucción 2 de Gijón, así como de la Fiscalía de Menores de Oviedo.

Las investigaciones del Servicio de Atención a la Familia se iniciaron el pasado mes de mayo, a raíz de la colaboración de los responsables de un centro público de enseñanza de esta localidad, que alertaban sobre la posible conducta de prostitución por parte de una alumna menor de edad rumana.

Según las informaciones recabadas, la menor frecuentaba una cafetería, siempre acompañada por un individuo que le cuadruplicaba la edad . A ello se añadía un elevado índice de absentismo por parte de la menor y un aspecto físico muy poco adecuado a su edad -pelo rubio con mechas, ropa llamativa, uñas pintadas-, así como constancia de que la menor se encontraba en la calle en horas poco adecuadas y en horario escolar.

A partir de dicha información, se inició una compleja investigación en la que practicaron numerosas gestiones, reconocimientos, así como vigilancias y seguimientos sobre las personas investigadas, que permitieron comprobar que, efectivamente, existían dos menores de 14 y 15 años, pertenecientes a la misma familia, que tenían encuentros con hombres de más de 60 años para llevar a cabo tocamientos o incluso mantener relaciones sexuales con las mismas a cambio de pequeñas cantidades de dinero, -unos veinte o treinta euros-, regalos o incluso comida.

Según el informe del centro escolar consultado por la Policía, una de las menores presenta una ligera discapacidad psíquica , añadiéndose además la circunstancia de que la familia a la que pertenecen ambas, rumanos inmigrantes, tiene una gran deprivación económica, social y cultural.

El contacto con las menores se establecía a partir del teléfono facilitado a los clientes por la madre de una de las menores, mientras que los encuentros se llevaban a cabo en parques públicos o en los propios coches de los clientes, que se alejaban con las menores a zonas apartadas y poco transitadas.

El padre de una de las menores, y a su vez hermano de la otra menor, a la que habría facilitado un teléfono para realizar los contactos, ya había sido detenido con anterioridad tras la denuncia de otra menor de edad, también rumana, a la que intimidó para ejercer la prostitución, por lo que la investigación continúa y no se descarta la existencia de más menores de edad que puedan encontrarse igualmente en situación de riesgo.

 

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