Los cuerpos sin vida de cuatro niños que habían desaparecido el pasado 24 de abril han aparecido este 27 de abril de 2012 en una fosa excavada en un rancho entre los estados mexicanos de Tabasco y Chiapas.
Revela Manuel M. Cascante en ‘ABC’ que a los menores les habían sido extraídos sus órganos vitales, aunque las autoridades no han confirmado esta noticia.
Tres de los niños eran hermanos, Blanca Elena, Gustavo Adolfo y Jesús Alberto Gutiérrez Alvarez, de 10, 8 y 7 años de edad.
El cuarto, Samuel Vázquez Gómez, tenía 7 años. Los niños desaparecieron cuando iban al colegio desde su casa, próxima al poblado Villa Tapijulapa, en el municipio tabasqueño de Tacotalpa.
Para llegar a la escuela primaria «Rafael Domínguez» debían caminar más de cinco kilómetros atravesando montañas y ríos.
La fosa fue descubierta en el rancho «Leche y Miel», sobre la carretera Oxolotan-Amatán, en los límites entre Tabasco y Chiapas, gracias a la llamada de unos trabajadores de esa propiedad, quienes vieron que la mano de un niño sobresalía de la tierra.
EL PROCURADOR LO NIEGA TODO
Ante los cobardes actos sádicos y criminales perpetrados por desconocidos contra un grupo de pequeños oriundos de Tacotalpa, Tabasco, el procurador de Justicia, Gregorio Romero Tequextle, hizo apreciaciones en torno a los hechos y desmintió categóricamente que a los niños les hayan extraído órganos de sus cuerpos.
Acompañado del secretario de gobierno Rafael González Lastra y el encargado de comunicación social del estado, el titular de la dependencia, a preguntas de reporteros de diversos medios informativos, aclaró que la muerte de los niños Blanca Patricia Gutiérrez Alvarez, Jesús Alberto Gutiérrez Alvarez, Gustavo Adolfo Gutiérrez Alvarez y Samuel Vázquez Gómez fue la anoxia por sofocación, debido a que todos fueron prácticamente vendados con cinta canela en la cabeza y que su muerte pudo haber sido desde el momento mismo en que fueron raptados.
Gregorio Romero, precisó también que los niños no fueron objetos de ataques sexuales y aparte, que no se tienen aún las causas que conllevaron a que los menores fueran asesinados:
«No tenemos un móvil, pero se mantiene un operativo en toda la zona en busca de sospechosos…».
En la rueda de prensa, Romero Tequextle, descartó que los actos criminales están ligados al crimen organizado, de hecho aclaró:
«No se sabe, pero se está investigando…».
Aunque informó que la causa de muerte de los menores fue por sofocación a consecuencia de que fueron «encintados», y que ya tenían días de haber muerto, Gregorio Romero, quiso dejar en claro que ellos no sufrieron extracciones de sus cuerpos; que estaban completos.
Precisó el abogado del estado que hay instrucciones del Gobernador del Estado de dar toda la ayuda a los deudos para que den cristiana sepultura a los niños y que se aguardaba que se dieran por terminadas las necropsias para que anoche mismo fueran entregados los cadáveres para que se trasladaran a su lugar de origen.
En un informe que leyó a los medios de comunicación, el funcionario precisó lo siguiente: Que el día 25 de abril de los corrientes, la señora Teresa Alvarez Pérez, formuló la denuncia en la agencia del Ministerio Público de Tacotalpa, donde se abrió el expediente TAC-104/2012. Ella dijo ser madre de los niños, Blanca Elena, Gustavo Adolfo y Jesús Alberto de apellidos Gutiérrez Alvarez de 10, 8 y 7 años de edad, respectivamente.
Dijo que fue el martes 24 de abril, que los niños salieron de casa a eso de las siete de la mañana con dirección a la escuela primaria y que los aguardaba de regreso a las dos de la tarde pero no llegaron. Que fueron a buscarlos y el director y maestros de la escuela dijeron que no habían asistido a clases, pero también, otro niño, Samuel Vázquez Gómez, de apenas 7 años de edad.
Gregorio Romero dice que la policía local dispuso operativos en coordinación con la policía del estado y la ministerial en busca de los niños en la zona cercana a la Villa Tapijulapa.
Fue hasta el día de ayer en que la policía ministerial fue informada del hallazgo de unos niños en un rancho denominado «Miel y Leche» propiedad del ganadero Alvaro Solís Ordoñez. Roberto Gutiérrez Cruz, encargado del lugar, fue quien dijo que cuando una cuadrilla de trabajadores buscaba realizar la limpia de una parte del predio, se encontró con un montículo de tierra recién removida en la que sobresalía una mano.
Fue así que se descubrió que eran los niños reportados como desaparecidos. Ellos, habían sido sepultados a poca profundidad en la tierra.
Se realizó el aseguramiento de los cuerpos y ya en las instalaciones del servicio médico forense se encontró que los cuerpos estaban completos, que no le quitaron órganos y que todos murieron por anoxia por sofocación, provocada precisamente al ser cubiertos del rostro con cinta canela.
Se aclaró que la cuadrilla de trabajadores del rancho, así como el encargado, se mantienen retenidos en calidad de testigos, a fin de que rindan su declaración ministerial en torno a los hechos que se investigan.
El funcionario de justicia, termino diciendo que los operativos en la zona de la sierra se están realizando y la policía aguarda obtener resultados satisfactorios para dar con los responsables contra quien en su momento, puedan ser castigados con todo el rigor de la ley.