El Gobierno de Sebastián Piñera ha dado 24 horas a la Marina para realizar la investigación y dar con los responsables
Los militares chilenos o para ser más exactos, un simple capitán o un teniente demasiado impulsivo, han metido a su país en un buen lío diplomático.
Un vídeo difundido por Internet muestra a un grupo de marines entrenándose bajo un sol de justicia en la turística Viña del Mar, a 120 kilómetros de la capital, y cantando a pleno pulmón.
Hasta aquí todo normal. Lo peor ha sido la letra del himno que coreaban. Los soldados trotaban mientras repetían un estribillo cuando menos polémico:
«Argentinos mataré, bolivianos mutilaré, peruanos degollaré…»
Uno de los espectadores del ‘show‘ los grabó entre sorprendido y avergonzado, y ahora se busca al responsable del incidente
La Armada «ha tomado conocimiento del vídeo» y ha iniciado la «investigación correspondiente» para «determinar responsabilidades y aplicar las medidas disciplinarias que sean pertinentes», ha indicado la institución castrense en un comunicado oficial.
«Se hace un deber en señalar que estas prácticas se alejan del espíritu y de la doctrina de la institución, por lo que la Armada lamenta los hechos ocurridos y reitera que se adoptarán las medidas que sean necesarias para evitar que situaciones como esta se vuelvan a repetir».
Lo que es indudable es que Chile siempre ha tenido unas Fuerzas Armadas profesionales y duras. No es el suyo un Ejército de pacotilla y no son sus marinos de guerra ‘pescadores de agua dulce’. Tampoco sus comandos, marines y pilotos, disciplinados como pocos en el planeta.
Dicho esto, alguién tiene que dejar claro que ni todo vale, ni la ‘dureza verbal‘ puede ir tan lejos.
El gobierno de Sebastián Piñera a través de su portavoz, Cecilia Pérez, ha calificado el hecho de «vergonzoso» y ha dado 24 horas a la Marina para realizar la investigación y dar con los responsables.
«Claramente este tipo de actuaciones no representan las buenas relaciones que nuestro país tiene con los países hermanos aludidos y menos la paz que Chile siempre ha querido tener y mantener en nuestra región».