La comentadísima desaparición de una tarántula en Nueva York, embarazada para más señas, resultó ser falsa y obra de un bromista.
Sin embargo, la preocupación fue muy real durante horas en el barrio de Park Slope, en Brooklyn, que el viernes se levantó lleno de carteles que pedían ayuda para recuperar a una tarántula perdida. Una gracia que se fue de las manos a su autor.
«Creí que era tan ridículo que nadie se lo tomaría en serio. Estaba equivocado», aclaró al diario The New York Times su responsable, que no quiso desvelar su identidad.
Según el bromista, su idea era crear el cartel más absurdo posible para ironizar sobre la proliferación de avisos sobre perros y gatos perdidos en las calles del barrio.
«Nunca creí que iba a estallar. Estaba en la estación del tren mirando Twitter y vi un tuit de la [cadena de televisión] ABC sobre una tarántula y pensé: «oh, cielos»», explicó al periódico.
Los carteles, efectivamente, tuvieron un efecto casi viral que se propagó de las redes sociales a los medios locales y saltó rápidamente a los nacionales e internacionales.
Los periódicos y las televisiones entrevistaron a preocupados vecinos y a expertos que aseguraban que la araña no planteaba un gran riesgo para los humanos pese a su aterrador aspecto.
Según el aviso, se trataba de un ejemplar de tarántula dorada de México, cuyo nombre científico es Brachypelma albiceps. Su lomo tiene reflejos dorados, mientras su abdomen y patas son negras. Es muy voraz y de hábitos nocturnos.
«Aunque dé muchísimo miedo, es inofensiva (…) no muerde, aunque a veces salta», se podía leer en la descripción de la tarántula, de nombre Penélope, pegada en señales y farolas de Park Slope.
El aviso explicaba que la araña estaba embarazada, por lo que urgía a encontrarla antes de que tuviese a sus retoños para evitar que se propagasen por el barrio.