El truco está a la vista en el curioso vídeo que acompaña a estas líneas, aunque no hay una explicación sobre por qué salen todos corriendo.
Quizás se trate de echarle un poco más de pelotas al asunto, pero lo cierto es que funciona.
El experimento lo ponen en práctica varios chalados en un confictivo barrio de Estados Unidos, y aunque uno recibió un puñetazo fue todo un éxito. Pasen y vean.