Un pescador de 19 años de la Costa de Oro, en Australia, pensó que un pez muy grande había mordido su anzuelo este fin de semana y tenía razón.
La presa resultó ser un tiburón tigre de cuatro metros de largo que lo hizo batallar durante tres horas para capturarlo. Al final, el joven casi desmadejado lo dejó libre para evitar su inminente muerte.
La captura del tiburón tigre tuvo lugar el pasado sábado cuando Max Muggeridge descansaba en un camping de Tweed coast, en Australia.
LO DEVOLVIÓ AL MAR
El joven ha contado que enganchó al escualo sobre las 7.30 de la mañana y consiguió llevarlo a la orilla sobre las 10.30. «Mis manos estaban llenas de ampollas sanguinolentas».
Muggeridge, al final, no tuvo reparos en devolver el gigantesco tiburión de nuevo al mar.