Es una especie de metáfora de la vida, hecha de constantes despedidas
La madre intenta que el trago pase cuanto antes, y el niño encara el ‘funeral’ de su pez rojo con aplomo, -llamado Top- aunque al final se rompe al verlo sumergirse en las aguas del inodoro e intuir que no lo volverá a ver más…
Es una especie de metáfora de la vida, hecha de constantes despedidas, y que toma aún una dimension más trágica en la reacción de este pequeño, que no acaba de entender el porqué de este cruel destino.