Nadie sabe cómo llegó allí. Sin camisa y con un martillo en la mano se quedó atascado en el tablero de una cancha de baloncesto en Cal Anderson Park, en Seattle.
RETORCIÉNDOSE COMO UNA ANGUILA
El hombre intentó retorcerse para buscar zafarse de la ‘trampa’, pero no tuvo el éxito deseado, incluso, ante la ayuda de diez policías.
Fue con la ayuda de bomberos y una escalera, que la persona en cuestión pudo librarse.