Un adolescente herido de gravedad tras el ataque de un tiburón el domingo en Carolina del Norte dijo que sintió al escualo antes de verlo y que no se dio cuenta de qué era hasta que le «mordió» su brazo izquierdo.
«Estábamos jugando en las olas, en la orilla, el agua me llegaba por la cintura, y sentí un golpe en mi pantorrilla izquierda», dijo Hunter Treschl, de 16 años, en una entrevista grabada en video en el hospital donde está siendo tratado y publicada el martes por la noche.
«Pensé que era un pez grande y empecé a alejarme. Y entonces el tiburón me arrancó el brazo».
Treschl contó que pudo llegar a la orilla de la playa de Oak Island, Carolina del Norte, con ayuda de un primo que estaba en el agua con él.
TORNIQUETE
Una de las personas que corrió a ayudarle llevaba un cinturón con el que le practicó un torniquete para parar la hemorragia, agregó, mientras otros lo ayudaban «a estar tranquilo hasta que llegase la ambulancia».
Preguntado por si había visto al escualo, Treschl dijo que primero sintió como le golpeaba en la pierna izquierda antes de alcanzar su brazo.
«Esta fue la primera vez que lo vi, cuando me estaba mordiendo el brazo»,
dijo en la entrevista distribuida por el Centro Médico Regional New Hanover de Wilmington, Carolina del Norte.
El adolescente de Colorado Springs, Colorado, dijo que intentará llevar una vida normal a pesar de haber perdido su mano dominante.
dejar que esto sea completamente debilitante y desbarate mi vida y la arruine»,
dijo.
«De esas dos, hay una es que la que realmente escogeré y es intentar luchar y vivir una vida normal con las cartas que me han tocado».
OTRA VÍCTIMA
Poco más de una hora antes de que el tiburón atacase a Treschl el domingo, y a unos 3 kilómetros (2 millas) de distancia, una niña de Asheboro de 12 años, Kiersten Yow, perdió su brazo izquierdo por debajo del codo y sufrió una herida en una pierna por el mordisco de un escualo.
Yow permanecía ingresada el martes, en condición estable, en el hospital infantil de la Universidad de Carolina del Norte (UCN), según un comunicado emitido por sus padres, Brian y Laurie Yow.
«Tiene un largo camino por delante para recuperarse que incluirá operaciones y rehabilitación, pero sus médicos en la UCN esperan que pueda conservar la pierna, y por ello estamos agradecidos»,
dijeron al tiempo que pidieron tiempo para asumir el trauma en privado.