Avril Lavigne ha hablado por primera vez en televisión sobre su enfermedad de Lyme, provocada por la mordedura de una garrapata y que la dejó postrada en cama durante meses.
La cantante canadiense de 30 años no ha podido contener las lágrimas al conversar sobre los momentos críticos que vivió antes de recibir el diagnóstico adecuado.
«Estaba en Los Ángeles, y fue el peor momento de mi vida. Yo estaba viendo a todos los especialistas posibles, los médicos ‘top’ y eran estúpidos. Se colocaban frente a su ordenador y me decían: ‘tienes el síndrome de fatiga crónica’ o, ¡¿Por qué no tratas de salir de la cama y tocar un poco de piano?’ o ‘¿Estás deprimida?’ Es lo que hacen con las personas que sufren la enfermedad de Lyme. No le dan respuesta a sus dudas, y les dicen: ‘Están locos’»,
ha confesado la cantante entre lágrimas.
SE ESTABA MURIENDO
La canadiense, casada con el volcalista de Nickelback, ha señalado que pensó que «estaba muriendo», ya que los síntomas de la enfermedad no le dejaban comer, hablar o moverse bien.
Dos meses después que comenzaran los síntomas, ella empezó a sospechar que tenía la enfermedad de Lyme y fue directamente a un especialista en esta dolencia, quien confirmó sus sospechas.
La cantante se ha sometido a un tratamiento con múltiples antibióticos y reposo.
«Ya estoy mucho mejor. Me sentaba sola en mi cama a ver vídeos en apoyo (realizados por fanáticos) y lloraba durante todo ese rato. Me sentí muy querida, y sonará tonto, pero sentí que mis fanáticos me acompañaron en el proceso»,
ha dicho.
«Pienso que esta es una segunda oportunidad en mi vida»,
ha confesado la canadiense. Contrajo la enfermedad cuando se encontraba de gira.