Lo tienen como a un dios, al menos hasta ahora en que ha sido detenido en Sudáfrica, y se prestan a hacer lo que les pide sin rechistar: desde comer trenzas de pelo, pasando por engullir serpientes vivas (les dice que saben a chocolate), y acabando por ponerse a cuatro patas para que les monte como si fueran relinchantes caballos. Todo por dar una prueba de fe.
Es el tal Penuel Mnguni, un pastor de 27 años que ha fundado la Iglesia de Discípulos de los Ministros del Fin de los Tiempos.
Lo más curioso, si cabe, es que cuando la Sociedad de Prevención contra la Crueldad Animal (SPCA) se enteró de que utilizó una especie en extinción, presentó una denuncia en su contra y logró que lo arrestaran.
Los miembros de su congregación lo defienden con uñas y dientes, y aseguran extasiados que es capaz de hacer todo tipo de milagros.