Cualquiera podría pensar que sería feliz con casi 2.000 millones de euros en el banco.
Por esa regla de tres, el creador del videojuego «Minecraft», Markus Persson, debería sentirse afortunado y proclamar sus felicidad a los cuatro vientos.
Sin embargo este fin de semana ha confesado públicamente, en Twitter, que «nunca se ha sentido más solo» que desde que vendió su empresa, Mojang AB, a Microsoft por dos mil millones de euros.
Este fin de semana, el programador sueco desvelaba en una serie desobrecogedores tuits que odiaba su recién hallada fortuna porque no encontraba retos en su vida y que se sentía y vacío porque ya no sentía la necesidad de «seguir intentándolo»:
The problem with getting everything is you run out of reasons to keep trying, and human interaction becomes impossible due to imbalance.
— Markus Persson (@notch) agosto 29, 2015
Y minutos después añadía que a pesar de poder
«salir en ibiza (sic) con un montón de amigos e ir de fiesta con famosos, poder hacer lo que quiera»
nunca se había «sentido más solo».
Además, explicaba, que había conocido a una
«chica genial pero tiene miedo de mí y de mi estilo de vida así que se fue con una persona normal».
Hanging out in ibiza with a bunch of friends and partying with famous people, able to do whatever I want, and I’ve never felt more isolated.
— Markus Persson (@notch) agosto 29, 2015
Found a great girl, but she’s afraid of me and my life style and went with a normal person instead.
— Markus Persson (@notch) agosto 29, 2015
Según la revista Forbes, la fortuna persona de Markus Persson alcanza los 1.500 millones de euros.
En 2009 lanzó el videojuego «Minecraft» y, con 35 años, no se sentía capaz de mantener un éxito tan grande y vendió su estudio a Microsoft para dedicarse a llevar a cabo «pequeños prototipos y retos interesantes» porque no se considera un hombre de negocios ni un emprendedor, tan solo un «programador freeky al que le gusta opinar en Twitter».