Lo estuvo buscando durante días en Paraíba, Brasil y, tras secuestrarlo por unas horas lo sacó a la calle y le tiró al suelo.
Allí, después de obligarle a ponerse cabeza abajo, le pegó un primer tiro en la cabeza para, acto seguido soltar una arenga legitimando su sucio negocio de drogas y rematrle de igual forma.
Es un narcotraficante brasileño que no soportaba que su rival le hubiese quitado su terreno en el negocio.
El asesino está siendo buscado por la Policía.
La víctima apenas tenía 19 años.