Desnudos de cintura para abajo, desmembrados y sin cabeza. Es la dantesca escena con la que se encontraron este sábado 28 de noviembre de 2015 los vecinos de la localidad de Novosibirsk, en Siberia, tras una demoledora explosión registrada en un Toyota RAV4 que estaba aparcado en la calle.
En su interior estaba la diputada rusa del partido de Putin, Oksana Bobrovskaya, y su esposo, Nikita Bobrovsky, exagente de los servicios especiales del ejército ruso. Ambos habían mantenido al parecer relaciones sexuales en la parte trasera del vehículo, tal y como da cuenta ‘The Siberian Times‘.
La política sostenía en una de sus manos «una especie de granada o TNT». Los datos apuntan a que el esposo se había enterado de que su mujer esaba liada con un rico empresario, y la había obligado a tener sexo con él antes de hacerle detonar el artefacto explosivo.
«Esto no fue un acto terrorista», se apresuró a aclarar el alcalde de la localidad, Anatoly Lokot, que dijo que la muerte se debía a «problemas familiares».
UNA CARNICERÍA
Testigos presenciales describieron la escena de la explosión, que rompió todas las ventanas excepto el parabrisas.
«Miré por la ventana y vi que era una carnicería», apunta una vecina que vio la escena desde su ventana.
«Fue algo horrible que no desearías ver de nuevo. No había cabezas, los cristales estaban llenos de sangre… una pesadilla».
Esta fuente supone que debido a los problemas familiares el marido
«la forzó a mantener sus deberes conyugales a través de amenazas y mostrándole los explosivos».
El matrimonio tenía una hija de cuatro años de edad.