Un corte de tomo y lomo para la resabida peruana, que se negó en redondo a acompañar a un hombre a un restaurante cercano, después de que este se lo pidiera bajo el pretexto de que no conocía el barrio.
La joven argumentó que tenía novio, lo que le impedía aceptar la propuesta del desconocido. Pero luego se arrepintió de haberle dado calabaza cuando vio el coche en el que iba el joven, ni más ni menos que un Ferrari.
Mira la reacción del propietario del lujoso vehículo al cambio de opinión de la chica.