Un marroquí quemó a su mujer con agua hirviendo por negarse a autorizarle que contrajese un segundo matrimonio, un permiso que la ley marroquí exige para poder poner en práctica la poligamia, informó este martes el diario Ahdaz al Magrebiya.
El suceso tuvo lugar el pasado fin de semana en una aldea de la provincia de Sidi Slimane, unos 100 kilómetros al noreste de Rabat. La mujer, ingresada en un hospital, relató al diario que su marido, con el que lleva casada 30 años, le arrojó agua hirviendo en la cara y además le propinó varios puñetazos en el rostro y cuello.
La razón fue que ella se negaba repetidamente a darle permiso para casarse con una nueva esposa, una mujer con la que él ya tenía relación y con la que fue sorprendido en flagrante adulterio, penado en Marruecos.
El marido estuvo a punto de ser juzgado entonces por aquellos hechos, pero el juicio no se celebró porque la mujer retiró la denuncia ante las presiones familiares, según explicó.
La Gendarmería Real ha tomado declaración a la mujer en el hospital. La poligamia está autorizada en Marruecos pero solo en casos excepcionales: un hombre necesita el permiso expreso de la primera esposa para desposar a una nueva, y esto ha convertido el fenómeno en casi residual, concretamente en el 0,26 % de los matrimonios celebrados en el país.