EL TESTIMONIO DE LA JOVEN MADRE DE 19 AÑOS QUE SALVÓ SU VIDA DE MILAGRO

Violada y torturada en una entrevista de trabajo que aceptó por Facebook

"Me puso cinta en toda la cara hasta en la nariz y la boca. No sé cómo podía respirar"

Violada y torturada en una entrevista de trabajo que aceptó por Facebook
La joven violada PD

La joven de 19 años, y madre de una niña de dos, entró a través de Facebook en un grupo cerrado llamado ‘Busco Laburo’, donde miles de personas demandan y ofrecen empleos. Allí contactó con un tal Sergio, quien se ofreció a contratarla como niñera para sus hijos. La pesadilla estaba a punto de empezar. Ocurrió durante las últimas horas en la capital argentina.

Tras quedar citados, el mentado la llevó a su casa, donde le atacó y la mantuvo cautiva unas cinco horas.

En un descuido del agresor logró escapar de la casa y corrió a la calle donde fue asistida por los propios familiares del violador que viven en una casa contigua.

SU TESTIMONIO

La chica entró en la vivienda y vio que el hombre estaba nervioso. Su actitud había cambiado y ninguno de los niños que ella debía cuidar estaba en la casa. La situación comenzó a ponerla incómoda por lo que le dijo que debía irse a su casa a cuidar a su hija con fiebre. Él accedió, abrió la puerta, pero cuando ella pasó, él la cogió por detrás del cuello y la amenazó con un cuchillo. Luego -mientras le advertía que no gritara- la arrastró hasta la cama donde le quitó toda la ropa, la maniató por detrás de la espalda y le encintó la cara completa al borde de la asfixia.

«Me violó, después yo me resistí y no pude. Me decía las cosas que me quería hacer. Me quiso dar vuelta, intenté resistirme, pero no pude. Me ató las manos en la espalda. Me puso cinta en toda la cara hasta en la nariz y la boca. No sé cómo podía respirar. Me volvió a violar. Me tiraba buzos y bolsas en la cabeza para que yo no gritara. Me tenía todo el tiempo con el cuchillo»,

le relató la joven a María Elena Leuzzi, la titular de la ONG Ayuda de Víctimas de Violación (Avivi).

«Después escuchaba cosas que él hacía pero yo no podía ver. Ya no tenía más fuerzas para respirar y pensé ´Acá me muero´. Pensé en mi nena (se quebró). Ya me veía muerta por ahí como los casos de la tele. Sacaba fuerzas por mi nena para poder respirar. No sé cómo hice porque me había tapado con cinta toda la cara. En un momento, pensé que se había ido, intenté zafar las manos y pude. Tenía un hilo en el cuello atado a un clavo en la pared y con un cuchillo que no sé si se olvidó en la cama, logré cortarlo. Salí corriendo desnuda por un pasillo a los gritos y él atrás mío, me tiró al piso, me golpeó y me quiso llevar adentro de la casa de los pelos».

«Me tiró al piso, me pisó, me pegó y en ese momento apareció un chico que no sé si era el cuñado. Le pegó y él se escapó. La hermana apareció luego y me vistió. Llamó a la policía y vino el patrullero. Me dijeron de ir a hacer la denuncia, pero al principio dije que no porque tenía miedo. Me dijeron de ir al médico por las enfermedades y fui al hospital y me dieron algunos medicamentos. La hermana me dijo que él era raro, que cambiaba el teléfono cada dos por tres pero que nunca había pasado algo así en la casa».

 

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