Al vecino de la ciudad china de Fuqing, no se le ocurrió nada mejor que meter la cabeza en la parte inferior del tambor de secado de la lavadora de piso que compartia con unos amigos, y menos mal que no se la centrifugó.
Uno de sus compañeros de piso escuchó sus gritos y acudó al rescate con una pastilla de jabón, aunque no hubo manera. Así las cosas, decidió a los bomberos.
Tras 40 minutos de trabajo y el empleo de herramientas de corte, el equipo de seis bomberos enviados logró liberarlo.
Para conseguirlo tuvieron que extraer antes el tambor interior del electrodoméstico.