Confesa practicante islámica, la pakistaní Nadia Ali la está montando buena, y sus compatriotas claman ahora venganza:
«Mi hermana se cubre la cabeza, es modesta, está casada y tiene hijos. Mi madre también se cubre la cabeza y reza cinco veces al día… Me han dicho que tú no eres musulmán, y ya veo que no. Eres una vergüenza para Pakistán»
estalla un tuitero, entre otros muchos, mientras ella hace caso omiso y se dedica a la barra libre, al porno y a lo que haga falta.
Todo se disparó a raíz todo del éxito que la película con la que Ryan Madison rendía homenaje a la mujer musulmana, Women of Middle East, donde aparecía la mentada ataviada con hiyab y algunas ropas de diseño árabe mientras se daba un festín de penes occidentales.
Pero según dice, se puede ser un musulmán practicante a la vez que estrella porno, y tampoco le hace ahora ascos a las escenas lésbicas. Mientras tanto, reza sin parar…