El calvario sufrido por Jimmy Prout, de 43 años y padre de dos hijos, ha sido calificado por la corte de Crown, en la ciudad inglesa de Newcastle donde han ocurrido los hechos, como una auténtica «tortura medieval».
Durante meses, un musulmán llamado Zahid Zaman, de 43 años, y con una extraña corte de mujeres que le adoran hasta el paroxismo, -una especie de consentido harén al uso aunque a ninguna de ellas las dejaba comer bacon si querían besarle- torturaron a este padre de familia británico -con dos hijos- hasta límites inimaginables, acabando al final con su vida el 9 de febrero de 2016. Ahora están siendo jugados en una vista que se alargará varias semanas, y en donde todos niegan como bellacos.
Zahid Zaman
El líder de esta esta banda de sádicos asesinos, compuesta amén de por el mentado por Myra Wood, de 50, Kay Rayworth, de 56, y Ann Corbett, de 26, ha contado incluso ante los jueces que el finado era como «su empleada doméstica» de ‘baja estofa’, y que actuó de tal guisa, humillándole y torturándole, -incluso le hizo tener sexo con un perro- porque le debía una cantidad de dinero que no llega a los 200 euros. En una de las palizas le reventaron hasta los testículos, y le obligaron a comerse uno de ellos tras abrirle en canal el escroto.
Jimmy Prout
El pobre hombre, que llegó a publicar en su perfil de Facebook las heridas que le infligían, por ejemplo cuando le arrancaron los dientes a martillazos- acabó muriendo a resutas de las heridas y del sufrimiento, y su cadáver fue metido en una bolsa de plástico para dar la impresión de que se había muerto por dormir a la intemperie. Las ratas y otras alimañas casi devoran su cuerpo, de no haber sido encontrado a los pocos días por un vecino. El cuarteto, en el colmo del cinismo, llegó incluso a participar en las labores de búsqueda, tras haber dado la voz de alarma la familia.
Las autoridades confirmaron que Prout -cuyo cuerpo fue hallado envuelto en un sleeping bag, murió como resultado del «trauma» de sus lesiones.
Los implicados en el horrible crimen
Las autoridades confirmaron que Prout -cuyo cuerpo fue hallado envuelto en un sleeping bag para simular que había fallecido mientras dormía a la intemperie, en condiciones arduas- murió como resultado del «trauma» de sus lesiones.
La víctima, con su perro
La Corte declaró que el torturado fue sometido a los procedimientos terroríficos durante un mes, a manos de este grupo que tienen una «relación extraña, con una dimensión de culto». Paul Greaney, el abogado defensor, confirmó que Prout no fue únicamente maltratado, sino que recibió una tortura prolongada, recibiendo el trato de un «criado».