Cientos de familias siguen separadas por las deportaciones de Estados Unidos. El juez federal Dana Sabraw aprobó que se procesen las peticiones de salida voluntaria de menores bajo custodia de Estados Unidos que han hecho los padres indocumentados que ya han sido deportados. (Deportar a los trabajadores ilegales costaría medio billón de dólares anuales a EEUU, según un estudio)
La decisión, dada a conocer este viernes en una audiencia en San Diego, responde a un reporte de los abogados del Gobierno de Estados Unidos en el que informan de un número de padres repatriados sin sus hijos que han hecho estas peticiones y, por tanto, renuncian a su derecho de continuar con su proceso de asilo político.
Sabraw dio luz verde a este procedimiento, siempre que estos niños tengan representación legal y haya aprobación por parte de los progenitores, y anticipó por ende que en las próximas semanas el número de reunificaciones aumentará de manera significativa.
Los abogados del Gobierno temían que procesar estas solicitudes se interpretara como una violación de una orden de Sabraw, que suspendió las deportaciones de las familias reunidas con el fin de darles tiempo para que decidieran sobre su solicitud de asilo. (El gobierno Trump revela sus directrices para deportar de EEUU a más inmigrantes indocumentados)
A raíz de una demanda interpuesta por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), el juez federal había ordenado en junio la reunificación de familias indocumentadas separadas en la frontera por la política de «tolerancia cero» contra la inmigración ilegal, un mandato que el Gobierno no cumplió al 100%, y poco después el magistrado suspendió las deportaciones de familias reunidas.
Hasta la fecha, según las cifras del Gobierno, han sido devueltos a sus padres 2.157 de los 2.654 menores separados de su familia cuando llegaron a la frontera entre México y Estados Unidos.