Andrew Wardle no ha tenido una vida fácil, de hecho ha sido poco afortunado, nació sin pene por una extraña malformación congénita llamada extrofia vesical, que afecta a uno de cada 20 millones de personas.(Tristeza e indignación: abandonan a un niño dos años en una caja de cartón en Caracas)
Precisamente por ello el hombre se hizo famoso en 2015 al protagonizar el documental The Man Without Penis, donde revelaba detalles de su vida.
En el programa pudo conocerse que a Wardle lo abandonaron sus padres al poco tiempo de nacer y lo dieron en adopción. Ocultó su condición a todos sus amigos y a sus novias, con quienes -lógicamente- no tenía relaciones sexuales. Todo ello generó que en dos ocasiones intentara quitarse la vida.
Sin embargo, a raíz de su creciente popularidad, la ciencia le ofreció una opción que Wardle aceptó, los médicos del Hospital Universitario de Londres «recuperaron» su órgano a partir de la piel, músculos y nervios extraídos de uno de sus brazos. Además, utilizaron una vena de una de sus piernas para que tuviera flujo sanguíneo.
El postoperatorio no fue del todo cómodo. Wardle debió pasar dos semanas con una erección a prueba, según ABC.(Este controlador aéreo muere tras ayudar al último avión a escapar del terremoto y tsunami en Indonesia )
Pero una vez recuperado, surgió un imprevisto. Luego de tener por primera vez relaciones sexuales con su prometida, se desvaneció a la mañana siguiente. Su novia lo encontró inconsciente, desmayado en el piso de su habitación. Fueron cinco días en coma en el mismo hospital donde lo habían operado inicialmente.
Luego se descubrió que todo fue por causa de un problema en la vesícula biliar. De modo que fue extirpada y ahora todo habría vuelto a la normalidad.
Al final, el implante biónico parece que no fue el culpable directo de todo. La conjunción de factores con la salud del paciente produjo el episodio