Jerry «Mike» Williams y su esposa Denise tenían una historia de amor que había nacido en la secundaria. Para celebrar el aniversario, él le dijo que iría de cacería de patos al Lago Seminole, pero que no se preocupara: como cada año, regresaría a tiempo para festejar juntos. Jamás retornaría. (Así fue el brutal asesinato que destrozó a la ‘familia perfecta’: alcohol, sospechas sexuales y mucha sangre)
La preocupación se expandió de inmediato. También el mejor amigo de Mike, Brian Winchester, estaba junto a la familia, a su lado. Para que supieran que podían contar con él. Al fin y al cabo, eso es lo que hacen los amigos: estar en los momentos más duros.
Winchester tomó su bote y enfiló con la familia y otros amigos hacia el lago de la ciudad que lleva su mismo nombre, Seminole, Florida. Durante horas y horas inspeccionaron cada gota de agua del lugar. Nada. Continuaron. Nada. No se rindieron. Una amarga desesperación comenzaba a apoderarse de ellos hasta que finalmente divisaron la canoa de Mike. Estaba en la orilla. Abandonada. Varios metros allá estaba su Ford Bronco. Tampoco nadie en su interior. Pero ningún rastro del amigo. (¡8 tiros en 3 segundos y andando! El vídeo que muestra un brutal asesinato en América Latina)
Las autoridades dispusieron de una búsqueda más avanzada. Fue por eso que dispusieron que buzos y lanchas de rastreo se adentraran en el lago para buscar su cuerpo. Tampoco lo encontraron. Sólo pudieron dar con objetos personales suyos: su licencia para cazar y su chaqueta. La conclusión a la que llegaron los investigadores fue que seguramente Mike había sido devorado por cocodrilos, que están por todos lados en ese lugar.
Pero la historia era un poco más espeluznante. La verdad se conoció 18 años después de aquella noche de diciembre que debía ser una llena de romanticismo y pasión.
Winchester, su amigo del alma, confesó tras 18 años el brutal crimen. Lo fusiló mientras ambos estaban pescando en la canoa. Cuando Mike no estuvo atento, aquel le voló los sesos y luego se encargó de enterrar el cuerpo debidamente. Dejó su bote en el lago para confundir a los investigadores. Consiguió hacerlo.
Winchester -de acuerdo a su versión- no actuó en soledad. Lo hizo en complicidad con Denise, su esposa. Aquella compañera de secundaria que había conquistado para siempre su corazón. Ambos conspiraron para asesinar a Mike y poder estar juntos libremente. El amorío entre ellos había comenzado en 1997 durante un concierto. A partir de allí, planificaban viajes a escondidas a Nueva York, South Beach… todo era pasión y mentiras.
De acuerdo a la acusación hecha por los fiscales, todo se trató de un triángulo amoroso y de infidelidades que envolvió a Denise, Mike, Winchester y su esposa Kathy. Todos amigos de la secundaria. Pero además de esa historia de amantes ocultos que se volvieron asesinos, la viuda cobró un seguro de vida millonario que había sido diseñado meses antes por «el mejor amigo» de su esposo muerto, que los había asesorado. A los pocos meses de la desaparición, Denise se hizo con 1.7 millones de dólares de la póliza.
En 2005, luego de que Winchester se divorciara de su esposa Kathy, concretó su matrimonio con Denise. La historia -aquella siniestra que ambos habían planificado- alcanzaba su «final feliz» para los asesinos. Sin embargo… todo se vino a pique entre ellos. A tal punto, que luego de separarse él la secuestró, en un intento por mantenerla cerca suyo para siempre. Por ese delito fue condenado a 20 años de prisión.
La defensa de la «viuda» dijo que ella no sabía nada sobre el plan de su amante para matar a su marido. Sin embargo, la declaración de Winchester es la que la involucra en todo el plan desde el principio. Desde la cárcel prometió a los fiscales que ayudaría a resolver el caso a cambio de una morigeración en su condena. Fue en ese momento cuando involucró a Denise en el crimen.
De acuerdo al testimonio de Winchester, una tarde le comentó a Denise sobre un incidente que había tenido su marido mientras ambos estaban de pesca en otro lago. Según su versión, si él no hubiera estado allí, Mike hubiera muerto y nadie hubiera podido rescatar su cuerpo. Eso, dijo, lo inspiró. Fue allí -dijo- cuando comenzaron a planificar el «accidente del bote«.
Aquella mañana Winchester se encontró con su amigo cerca del lago y le dijo que irían a un lugar especial, secreto para ambos. Allí, una vez en el bote, lo empujó al agua creyendo que pronto se hundiría y se moriría ahogado. Pero nada de eso ocurrió y Mike consiguió aferrarse a un árbol mientras pedía ayuda. En ese momento su «amigo del alma», le voló los sesos con un disparo en la cara.
Luego, sacó su cuerpo del agua, lo colocó en el bote y lo ocultó en su Chevrolet Suburban, conduciendo todo el camino de regreso a casa con el cuerpo de su amigo cubierto apenas con una lona, de acuerdo a The Washington Post. Sólo él y Denise sabrían cuál sería el destino del cadáver de aquel pobre hombre.
Una vez casados y la millonaria póliza cobrada, despertaron las sospechas de los investigadores quienes comenzaron a indagar más en la historia y cambiaron la carátula del caso: pasó de «desaparición de personas» a «muerte sospechosa«. Pero no había pruebas que condujeran la investigación contra los sospechosos. Sólo conjeturas y una teoría bien argumentada. No era suficiente.
Pero en 2016, cuando la separación de Winchester y Denise derivó en un secuestro, el velo y el pacto de silencio entre ambos comenzó a desvanecerse. Los investigadores tenían ya toda la historia casi completa. Tan sólo faltaba una confesión y que indicaran dónde habían ocultado el cuerpo de Mike.
Cuando Denise denunció el violento rapto, un oficial de policía que participó de la audiencia le dijo a la mujer: «Él asesinó a Mike. Y estoy bastante seguro que la razón por la que él estaba a punto de matarte hoy es que temía que tú fueras a decir algo«. Cuando fue arrestado, Winchester negoció la confesión del secuestro a cambio de contar la verdad sobre la muerte de su amigo, involucrando a su viuda en la planificación.
Fue sentenciado a 20 años por el rapto, pero antes, llevó a las autoridades al lugar donde había dado entierro a Mike. Aquella mañana del asesinato, con el cadáver en la parte trasera de su camioneta y cubierto con una lona, Winchester fue al lugar de caza donde Mike casi muere y donde él le salvó la vida. Se detuvo en Walmart para comprar una pala y unas cuantas pesas para unirlas al cuerpo. Luego se detuvo en el borde del Lago Carr. Buscó una ciénaga, colocó las pesas en el cuerpo inerte de su amigo y dejó que se sumerja. Sabía que esta vez no lograría salir.
Cuando las autoridades lograron recuperar el cuerpo, su esquelética mano aún tenía el anillo de bodas. Las pericias forenses determinaron, además, que había muerto como Winchester había indicado: con un disparo en su cabeza.
Ahora, un jurado deberá determinar si cree la versión del asesino respecto a si Denise formó parte del plan para matar a Mike, cobrar el dinero del seguro de vida y vivir junto a su amante. El mismo que luego se convertiría en su secuestrador… y quien la implicaría en un aberrante crimen.