El curandero brasileño «João de Deus», acusado por abusar de más de 400 mujeres, se entregó el pasado domingo 16 de diciembre de 2018 a la Policía Civil de Goiás, cerca de Abadiania, Brasil. La información fue publicada por O´Globo.(Más de 450 mujeres acusaron de abuso sexual Joao de Deus «curador espiritual» de Lula da Silva, Dilma Rousseff y Michel Temer)
Ese medio indica que todavía no hay definiciones sobre dónde permanecerá detenido. Por el momento, fue trasladado a la sede de la Comisaría de Investigaciones Criminales.
La Justicia brasileña había pedido la captura del célebre curandero luego de centenares de denuncias por agresiones sexuales.
Incluso se comentaba en las últimas horas, desde el sábado, que Joao Teixeira de Faria (su verdadero nombre) estaba negociando su entrega con las autoridades.
La policía de Goiás había estipulado en un primer momento que sería considerado fugitivo si no se rendía antes de las 12:00 locales (14:00 GMT) del sábado, pero la Secretaría de Seguridad precisó que «no había un plazo específico» en la medida en que los abogados del curandero estaban en contacto con la comisaría.
Horas más tarde, en un comunicado, la fiscalía de Goiás afirmó que «Joao de Deus», de 76 años, era considerado efectivamente un fugitivo en la medida en que no pudo ser hallado en ninguna de las direcciones que se le conocen y que «no se presentó espontáneamente en las 24 horas que siguieron a la emisión de la orden de captura».(Religiosos latinoamericanos denuncian que «todo abuso es fruto de una relación asimétrica de poder»)
Según investigadores del caso, citados por O´Globo, a partir de las primeras denuncias fueron retirados cerca de 35 millones de reales (unos 9 millones de dólares) de las cuentas bancarias a nombre de João de Deus, quien en su página web asegura que no sabe leer ni escribir.
La defensa del curandero niega todas las acusaciones y anunció que interpondrá un recurso de «habeas corpus» en la Justicia para revocar la prisión preventiva decretada.
Las primeras denuncias salieron a la luz la semana pasada, cuando una docena de mujeres relataron a diferentes medios de comunicación pertenecientes al Grupo Globo que fueron abusadas sexualmente por el líder religioso durante los procedimientos que realizaba.
Sin embargo, la primera en denunciar a «João de Deus», fue Dalva Teixeira, su propia hija, en una entrevista con el semanario Veja. La mujer, hoy de 49 años, reveló haber sido abusada sexualmente por su padre desde que tenía 10 años y hasta los 14, cuando se escapó de su casa luego que la golpeara al descubrir que estaba embarazada.
«Mi padre es un monstruo», aseguró.
Desde la emisión del programa de TV Globo centenares de mujeres declararon haber sido agredidas sexualmente por el curandero.
En su única aparición pública tras las denuncias, el miércoles, João de Deus se declaró «inocente» y manifestó su deseo de «cumplir la ley brasileña».
La Fiscalía señaló que, hasta el momento, ha recibido 335 denuncias procedentes de «más de la mitad» de los 27 estados de Brasil y de otros seis países: Alemania, Australia, Bélgica, Bolivia, Estados Unidos y Suiza.
Según el relato de las mujeres, el curandero utilizaba el pretexto de curarles la depresión y otros problemas, informaron las autoridades locales.
Las agresiones, que se remontan hasta 2010, tuvieron lugar en el templo de la Casa Don Ignacio de Loyola en Abadiania, donde miles de personas acuden de todas partes del mundo cada semana.
Su reputación había traspasado con creces las fronteras de Brasil. En 2012, recibió la visita de la estrella de televisión estadounidense Oprah Winfrey en Abadiania.
Los tres últimos presidentes brasileños también han acudido a él: Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y su sucesora Dilma Rousseff (2011-2016), ambos pacientes de cáncer en el pasado, y el actual mandatario Michel Temer, quien lo visitó antes de una operación de próstata. Y hasta el mismo Hugo Chávez fue a verle en dos ocasiones por recomendaciones de Lula en 2012 cuando comenzó a padecer de cáncer.(Hugo Chávez recurrió hasta en dos ocasiones a un curandero brasileño)