La policía de la capital mexicana reportó un crimen que consternó a la opinión pública: un niño de cuatro años fue asesinado a puñaladas, y el principal sospechoso es su medio hermano de doce. (Muere Enriqueta Vargas «La Madrina», líder del culto a la Santa Muerte en México)
Jorge Saúl «N» declaró a la policía que tomó un cuchillo y se acercó a la cama donde dormía Martín, su medio hermano. Faltaban pocos minutos para la medianoche cuando Jorge presuntamente tomó una almohada y le tapó la cara al pequeño.
A primera hora del día siguiente, los vecinos de la colonia Nativitas, en la capital mexicana, escucharon gritos. Eran los lamentos de María Lourdes Villamar, la nana que estaba a cargo de los niños. Los papas, un pintor reconocido en México y su esposa, no habían pasado la noche en casa. (Tiroteados el juez y la fiscal que investigaban el caso de Pilar Garrido, la española asesinada en México)
María de Lourdes encontró al pequeño Martín cuando fue a despertarlo. El cuerpo del niño tenía una herida de 15 centímetros en el cuello, siete puñaladas en el tórax y dos en el abdomen. Después de someterlo con la almohada, su hermano mayor le clavó la navaja en el pecho y el estómago varias veces. Luego lo degolló.
Cuando pudo recuperarse, la mujer que cuidaba a los niños llamó al número de emergencias 911.
Más tarde, cuando la policía capitalina entrevistó a Jorge Saúl, el menor les explicó que había asesinado a su medio hermano porque le tenía «celos«.
Martín, el pequeño de 4 años, era el único hijo de Daniel Alejandro Lezama, un reconocido pintor mexicano, y de Reina Cuenca Mendoza, quien la noche del asesinato se encontraba en la ciudad de Puebla, a dos horas de distancia de la capital mexicana.
Además de la nana, en la casa también estaban otros cuatro niños. Todos ellos, incluido el presunto homicida Jorge Saúl, eran hijos únicamente de la señora Reina.
Daniel Lezama, artista plástico egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, se casó hace no mucho tiempo con ella, y ambos tuvieron al pequeño Martín.
Las primeras investigaciones de las autoridades revelaron que el pintor no dormía en la misma casa que los niños, porque necesitaba un espacio privado para trabajar con tranquilidad.
Su esposa tampoco pasaba las noches junto a los niños y por esta razón contrataron a María Lourdes para que cuidara de ellos.
La fiscalía de la alcaldía Benito Juárez informó que el niño de 12 años fue trasladado en compañía del pintor a la Agencia 57 de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niñas, Niños y Adolescentes, donde continuarán las indagatorias para esclarecer el homicidio.