El presidente filipino Rodrigo Duterte contó cómo, de adolescente, le realizó tocamientos a una empleada del hogar, lo que provocó indignación e hizo que las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres lo acusaran de hacer apología de las agresiones sexuales. (Duterte compara a Miss Universo 2018 con el boxeador Manny Pacquiao)
El polémico presidente suele crear escándalo cuando habla de las mujeres. Especialmente, ha bromeado sobre una violación y alardeó públicamente de sus infidelidades. Duterte, de 73 años, hablando de una confesión a un cura en el instituto, contó cómo había entrado en la habitación de su empleada doméstica cuando ésta dormía. (Duterte ofrece ahora premios y vacaciones por asesinar a los «policías ninja»)
«Levanté la manta (…) Intenté tocar lo que estaba en la ropa interior«, relató en un discurso. «Estaba tocando cuando se despertó y me fui», añadió.
Después afirmó haber confesado al cura que había vuelto a la habitación de la mujer y había intentado agredirla de nuevo.
El partido Gabriela, que defiende los derechos de las mujeres, pidió la dimisión del presidente, denunció sus «repulsivas» palabras y le acusó de haber reconocido un intento de violación.
«Una penetración con el pene no es la única constitutiva de violación. Si es con un dedo o un objeto, igualmente es una violación», declaró Joms Salvador, secretario general de Gabriela.
Ante la lluvia de críticas, el vocero de Duterte afirmó que el presidente había «inventado» y «exagerado» la historia. «Inventó una anécdota para llamar la atención sobre las agresiones sexuales que él y sus camaradas sufrieron en el instituto», declaró Salvador Panelo.
Duterte realizó estas palabras durante unas declaraciones en las que criticaba a la Iglesia católica por las acusaciones de agresiones sexuales sobre los niños. Duterte está en conflicto abierto con la iglesia local, que fue muy crítica con su sangrienta campaña contra el tráfico de droga.
Duterte y sus consejeros, después de sus declaraciones polémicas sobre mujeres, suelen relativizar y calificarlas de broma, o decir que fueron sacadas de contexto.