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Con este acto del pasado 10 de enero de 2019, el papa ha decidido darle la espalda también a los representantes de la Iglesia venezolana, que se ha mostrado crítica y consideró «ilegítima» la jura del dictador, así como lo hicieron EEUU, la mayoría de los países de América Latina y la Unión Europea.
El lunes pasado, tras las críticas de 20 ex presidentes, el papa Francisco ratificó que no piensa «interferir« en las crisis de Venezuela y Nicaragua.(El papa Francisco se lava las manos como Poncio Pilato en los casos de Nicaragua y Venezuela)
El Sumo Pontífice subrayó que «la Santa Sede no busca interferir en la vida de los Estados» y dijo que su pretensión es «ponerse al servicio del bien de todo ser humano» y «trabajar por favorecer la edificación de sociedades pacíficas y reconciliadas«.
Deseo que se encuentren vías institucionales y pacíficas para solucionar la persistente crisis política, social y económica en Venezuela (El papa Francisco)
Respecto a Venezuela, deseó «que se encuentren vías institucionales y pacíficas para solucionar la persistente crisis política, social y económica«.
«Vías que consientan asistir, sobre todo, a los que son probados por las tensiones de estos años y ofrecer a todo el pueblo venezolano un horizonte de esperanza y de paz», agregó.(Rusia reitera su apoyo al dictador Maduro y acusa a Estados Unidos de atentar contra la soberanía de Venezuela)
También agradeció a «Colombia, que, junto a otros países del continente, en los últimos meses ha recibido a un gran número de personas de Venezuela».
«No puedo dejar de agradecer los esfuerzos de muchos gobiernos e instituciones que, impulsados por un espíritu generoso de solidaridad y caridad cristiana, colaboran fraternalmente en favor de los migrantes», señaló.(Los 7 segundos de confusión en la juramentación de Maduro que se hicieron virales)