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Sensualidad, lencería de lujo y la polémica por las modelos: el repentino final de Victoria’s Secret

Sensualidad, lencería de lujo y la polémica por las modelos: el repentino final de Victoria's Secret
Victoria Secret

El mayor evento de la moda del glamour no volverá a realizarse tal como se ha hecho desde 1977, según fue anunciado esta semana Victoria´s Secret y la cadena de televisión estadounidense CNBC.

El Victoria’s Secret Fashion Show era la cita de fin de año en donde se podían ver a las mujeres más bellas y mejores pagadas de las pasarelas, y también a algunos de los cantantes del momento.

El primer desfile de la marca se realizó en 1995, en el Hotel Plaza de Nueva York. Seductoras túnicas, lencería satinada, algunos cardigans y bolsas para hacer juego protagonizaron aquella pasarela. En aquel entonces se eligió una fecha cercana a San Valentín, pero con el paso de los años se recorrería  hasta llegar a finales de noviembre y transmitir en tv los primeros días de diciembre.

Al año siguiente hizo su aparición el «Fantasy bra», una pieza de lujo que conjuntaba un diseño único con diamantes y cristales que podían elevar su precio hasta los millones de dólares.

En apenas un par de años los ojos del mundo de la moda habían volteado a ver atentamente  el desfile de Victoria’s Secret. Fue en 1998 cuando aparecieron por primera vez en escena las famosas alas que se convertirían en emblema del show.

Y es que las espectaculares modelos que aparecían en el desfile se transformaban en esos  minutos en «ángeles» que deslizaban su delicada figura por la pasarela.

Formar parte del evento, ser considerada como un «ángel» de la firma era y sigue siendo el sueño de miles de mujeres. Stephanie Seymour, Karen Mulder,  Daniela Pestova, Heidi Klum y Tyra Banks formaron parte de la primera generación de «ángeles» en la que también figuraron Helena Christensen y Laetitia Casta.

Poco después fue tomando espacios la «armada brasileña», integrada por Gisele Bündchen, Adriana Lima y Alessandra Ambrosio, que gracias a su trabajo para la Victoria’s Secret saltaron a la fama mundial puesto que el show se había convertido en un suceso.

En el año 2000 el desfile se realizó en una gala contra el Sida del festival de Cannes y recaudó USD 3.5 millones. Al año siguiente el show volvió a Nueva York y en 2002 hubo una protesta contra Bündchen, en plena pasarela, por usar pieles de animales.

El VSFS dejó de ser sólo un evento para mostrar lencería, era un espectáculo, era color y era música, pues figuras como Seal, Taylor Swift, Rihanna, Kanye West y The Weeknd llegaron hasta la pasarela para cantar en vivo mientras las modelos desfilaban.

«Todo lo bueno llega a su fin. Siempre amaré Victoria’s Secret. Ha sido una experiencia maravillosa», declaró la alemana, quien portó los tres Fantasy Bra más caros en la historia de la marca: el Millenium Bra (1999), con 2 mil diamantes y valuado en USD 10 millones, el Heavenly Star Bra (2001), de USD 12.5 millones y el Very Sexy (2003), de USD 11 millones.

Tyra Banks dijo adiós en 2005 para dedicarse a proyectos en televisión como su reality America’s Next Top ModelAlessandra Ambrosio se despidió en 2017 y Adriana Lima, su compatriota, dejó las alas apenas en 2018, después de ser la modelo con mayor tiempo en activo para la firma y aparecer en el desfile número 20.

Pero nuevas generaciones de «ángeles» estaban listas para brillar.En más de dos décadas de historia, han trabajado para la icónica firma nombres como los de: Karolina Kurkova, Doutzen Kroes, Behati Prisloo, Karlie Kloss, Lily Aldridge, Miranda Kerr y Candice Swanepoel.

Y eso sólo al hablar de las mujeres que han sido contratadas como ´ángeles», pues si se trata de las modelos que han participado en el desfile, la lista se hace más extensa y va desde emblemáticos nombres como Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Eva Herzigova y Esther Cañadas hasta llegar a personajes del momento como Cara Delevingne, Kendall Jenner y las hermanas Bella y Gigi Hadid.

Kendall Jenner, la media hermana de las Kardashian, cumplió un sueño  fue al debutar en el VSFS, en 2015. Al igual que las otras participantes, debió tener una preparación ardua para lucir espectacular en el evento.

Tres meses antes de la cita se someten a un estricto régimen de dieta y ejercicio que les permita llegar a unas medidas específicas: busto 86 cm (34 pulgadas), cintura 61 cm (24 pulgadas) y cadera 86 cm (34 pulgadas), Un mes antes intensifican su entrenamiento, que para varias incluye ballet, boxeo y rutina de aparatos en el gimnasio.

Bella Hadid reveló que hacía tres horas de ejercicio intensivo y comía proteína todos los días. «Es de locos, lo sé, pero creo que si te propones conseguir algo, lo lograrás».

El final de una era

Parecía que los años dorados nunca terminarían para Victoria’s Secret, pero una noticia sacudió al interior de la empresa apenas hace un par de semanas. En un memo distribuido entre los empleados, Les Wexner, CEO de L Brands (propietaria de Victoria’s) se anunciaron nuevos tiempos que implicaban el fin del show para televisión.

«La moda es un negocio de cambio. Debemos evolucionar y cambiar para crecer, con eso en mente hemos decidido repensar al tradicional Victoria’s Secret Fashion Show».

Para el CEO, la televisión ya no es el medio más adecuado para llegar a sus clientes. Basta revisar cómo el desfile del año pasado fue visto apenas por 3,3 millones de espectadores, contra los 5 millones de 2017 y los diez millones que llegó a alcanzar en sus mejores días.

Y es que mientras que el desfile de 2018 fue grabado en noviembre, para cuando se transmitió por CBS (el 2 de diciembre) cientos de imágenes y videos con detalles del evento habían circulado ya en redes sociales.

A partir de ahora, explicó el CEO, «nos enfocaremos en desarrollar contenido dinámico y excitante y un nuevo tipo de evento», además de analizar en qué plataformas tendrá su mejor exhibición dicho contenido.

Para muchos no fueron las bajas ventas ni el cierre de tiendas lo que afectó a la firma, fue más bien su negativa a abrirse a la diversidad. Aunque Victoria’s Secret incorporó a modelos de diversas nacionalidades, el asunto de las tallas seguía siendo estricto.

Recientemente  Ed Razek,  responsable de marketing de L Brands, declaró a Vogue que apostaban sólo por cuerpos esbeltos. «Deberíamos incluir a modelos trans en el show? No, no lo creo, porque el show es una fantasía, un especial de entretenimiento de 42 minutos y es el único en su clase». Aseguró que aunque la firma trató de incluir a modelos de tallas grandes el público no estaba preparado para verlas «y aún no lo están».

Precisamente el asunto de tallas grandes encendió una polémica para Victoria’s Secret cuando anunciaron la incorporación a sus filas de Barbara Palvin, a la que definieron como modelo de tallas plus size aun cuando mide 1.75 m y pesa 55 kilos.

A finales de abril se anunció la contratación de la modelo española Lorena Durán, de 1,75 metros de altura y medidas 95-70-115, como uno de los ´ángeles» curvy de la firma.

Los tiempos han cambiado para Victoria’s Secret.

 

 

 

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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