Les hace decir en voz alta sus nombres y cargos y, provisto de una sólida tabla de madera, les pone el culo morado. Es el jefe de una empresa china que, sin importarle el qué dirán, se acaba de apuntar a la última moda del país: zurrar la badana a los empleados vagos que no rinden.
Según da cuenta ‘Daily Mail‘, en muchas empresas chinas es ya práctica habitual tales castigos frente a toda la plantilla, para que sepan lo que les depara el futuro si no cumplen como el que más.
Esta forma de humillación ha revolucionado, cómo no, las redes sociales.
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