Un atroz crimen acontecido el lunes 18 de enero de 2016 en el venezolano Estado de Miranda, da cuenta de cómo se las gastan por esos lares donde Maduro predica contra viento y marea que no hay inseguridad ciudadana alguna.
Daniel de Jesús Suárez Perdomo, de 41 años, exoficial de la Policía Nacional Bolivariana, así como su esposa, Rosa Verónica Castillo Acevedo, de 37, fueron asesinados a tiros y quemados por un grupo de rateros delante de sus hijas pequeñas, de 3 y 7 años respectivamente.
Los facinerosos les robaron en su casa, y tenían pensado secuestarles para pedir un rescate a los familiares, hasta que durante el registro en la vivienda encontraron el uniforme de policía del desventurado, que actualmente trabajaba como gerente de Investigaciones de Seguros Universitas.
Ambos cadáveres fueron hallados de madrugada a la altura del kilómetro 16 de la Autopista Regional del Centro, en Hoyo de la Puerta, municipio Baruta. Las niñas sufrían quemaduras en las manos y las piernas, ya que intentaron sacar sin éxito a su padre del coche en llamas, (la madre estaba dentro del malatero).
El cabecilla del grupo perdonó la vida a las pequeñas diciendo a sus compinches que no hacía falta matarlas, ya que estaban traumatizadas y no dirían nada. Uno de ellos, que grabó la macabra escena en un vídeo que divulgó por WhatsApp, fue abatido a tiros por la Policía durante estas últimas horas, y ha sido identificado como Iván Eloy Meneses González, de 24 años de edad.
Los vecinos de la xona del crimen habían acudido al lugar atraídos por las llamas, y encontraron a las niñas desorientadas y llorando. Una comisión de los bomberos las trasladó hasta un hospital especializado donde quedaron en custodia de un fiscal para menores.
Suárez fue agente de la Policía Metropolitana, y sirvió tres años en la PNB.
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