Todo está a punto, y por mucho que clame al cielo Amnistía Internacional, no hay nada que hacer. Es la ley del Talión, la que impera en Irán y la que los ayatollahs hacen cumplir mal que pese.
La víctima es esta vez Mojtaba Saheli, de 31 años, quien había sido cegado del ojo izquierdo por la República Islámica el 5 de marzo de 2015. Ahora, las autoridades han informado de que será dejado sin vista con ácido la próxima semana en la prisión de Gohardasht, en Karaj, en el noroeste de Teherán.
Según da cuenta el Consejo Nacional de la Resistencia iraní (CNRI), el desventurado facineroso fue acusado de haber cegado a un conductor de Qom, al sur de la capital persa, el 3 de agosto de 2009, también con ácido.
Por ese motivo fue condenado a pagar con la misma agresión, más diez años de prisión.
Sanabargh Zahedi, presidente del Comité Judicial del CNRI, repudió que el régimen de los ayatollahs aplique «la ley inhumana de castiga», que fue implementada «contra el pueblo iraní durante los últimos 37 años»:
«Estos castigos inhumanos son claras violaciones de todos los principios y normas de un sistema judicial moderno, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y todos los pactos civiles y políticos»,
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