Cuando la llevaron a comisaría y después de llorar un buen rato, la joven confesó haber envenenado la comida que sirvió a su familia.
Después, ya más tranquila, la muchcha -que tiene 19 años y es natural del estado norteño de Haryana- admitiño que junto a su novio, una vez inconscientes sus parientes, los fueron estrangulando uno a uno. Primero a sus padres, después a la abuela, también al hermano y de paso a tres primos.
«Detuvimos a la chica y a su novio por haber matado a siete personas», explica Anil Kumar Rao, oficial de la policía en el pueblo de Rohtak.
Rao dice que la muchacha reconoció que odiaba a su familia porque se oponía a su relación en nombre del estricto régimen de castas de la India.
En el estado de Hariana, uno de los más ricos y conservadores de la Unión del cual son originarios los dos jóvenes, están prohibidos los matrimonios entre miembros de una misma casta.
«Los jóvenes temían ser golpeados salvajemente o incluso muertos por desobedecer el dictamen social y de la casta, así es que decidieron matar a la familia y luego huir para casarse.»
La policía admite estar sumergida por cientos de casos de parejas agredidas por enardecidos parientes que les reprochan desobedecer los estrictos códigos sociales establecidos para los que quieren contraer matrimonio.
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