Lo de Susan O’Brien es de película: estaba haciendo una carrera de 20 kilometros en el bosque al sur de Wellington, Nueva Zelanda el domingo 10 de mayo de 2015 cuando se perdió…
Pero lo insólito no es eso, sino que tras no lograr encontrar el camino de vuelta se vió obligada a beber su leche materna, para no perder energía y poder sobrevivir hasta ser rescatada.
CREÍA QUE IBA A MORIR
La mujer de 29 años de edad, dijo que estaba convencida de que pensaba que iba a morir en la noche por el fuerte viento y lluvia, por lo que no paró de rezar y pensar en su familia.
Para no morir de frío, hizo un agujero donde se refugió y como estaba amamantado a su hijo no dudó en beber un poco de su leche materna para seguir teniendo energía, según publica ‘The Telegraph‘.
«Cada vez que escuchaba algo gritaba ‘ayuda’ sin parar», dijo Susan. La noche del lunes fue encontrada gracias a un helicóptero equipado con sensores de detención de calor.
La mujer tuvo un emotivo reencuentro con su marido Daniel y sus hijos antes de ser llevada al hospital para una revisión.
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