La Policía de Shelby, Michigan, Estados Unidos, fue avisada por unos asustados vecinos: un cerdo, -en este caso una cerda-, estaba merodeando por los jardines con un humor de perros, y nadie se atrevía a acercarse.
Dos agentes acudieron así al lugar provistos del típico lazo que se usa para capturar perros callejeros y, tras capturarla, la subieron al asiento trasero del coche policial con el ánimo de devolvérsela a su dueño, quien había dado momentos antes aviso de su fuga.
REGALITO
Allí la tomaron una foto como recuerdo, algo extrañados por la extraña sonrisa del porcino.
No tardaron en averiguar el porqué de tan insólita actitud: había defecado a gusto dejándolo todo hecho una pocilga.
La policía de Shelby compartió la imagen en su página de Facebook, y rápidamente se convirtió en viral.
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