Las crudas escenas, que sirven para recordar el drama de las drogas y la necesidad de hacer hincapié en su peligrosidad, llegan desde algún recóndito lugar de Rusia.
La triste protagonista del mismo es una joven rubia que está agonizando tras haberse inyectado una dosis de heroína, -aunque algunos dicen que los síntomas que presenta son de haber ingerido cocaína- y que se agarra desesperada a un amigo pidiendo ayuda en vano.
El aludido poco puede hacer más que llamar a una ambulancia, mientras la chica se muere prácticamente en sus brazos. Al parecer, habían estado poco antes en una fiesta celebrada en una vivienda ubicada en las cercanías.
A la triste escena asisten sin atreverse a intervenir varios vecinos, circunstancia que suele suceder en este tipo de casos. La gente tiene miedo y no sabe qué hacer, incurriendo a veces en la crueldad nás absoluta hacia sus semejantes.
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