Shannon Gleeson trabajaba como azafata en la compañía aérea EasyJet hasta que durante un vuelo comió un sándwich de bacon que le había proporcionado el gerente del vuelo. El problema fue que ninguno de los dos pagó la comida.

La azafata tuvo que tomar el sándwich de los que están preparados para vender a los pasajeros debido a que no encontraba la comida que tenía lista para comer en el momento indicado para ello. Además, Shannon es alérgica a las nueces, por lo que necesitaba comer algo en concreto para que no le produjese una reacción alérgica.
La compañía ha alegado para tomar su decisión mala conducta y robo grave de la joven inglesa de 22 años, ya que aseguran que no preguntó al gerente si había pagado el sándwich. Así, se escudan en que ha violado la política de la empresa al no solicitar el recibo del producto consumido.

Por su parte, Shannon, que ahora está embarazada, ha comentado en declaraciones a ‘ Mirror’ que «no soy una ladrona, que es lo que me llamaron». A pesar de disculparse por los hechos, y de ofrecerse a pagar el precio del sándwich, Shannon fue despedida junto con el gerente del avión por robo y mala conducta. La cantidad que EasyJet ha pagado a la exazafata de la compañía tras el despido no se ha hecho pública.
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