(EFE). Las personas de nacionalidad peruana que aguardan esta mañana frente al Consulado en Madrid para la tramitación de documentos conocen a través de sus familiares los escasos datos que les llegan sobre el terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter registrado la pasada madrugada en el Perú.
Algunas afirmaron a Efe haberse informado de camino a la sede de la calle Cristobal Bordiú y una de ellas, Rosalbina, señaló que se había enterado porque su hija la llamó.
Procedente de Pisco, ciudad al sur de Lima en la cual se localizó el epicentro del sismo, esta peruana aún no había podido localizar a su hermana, que vive en la zona.
Otra de sus compatriotas, Paola, dijo haber intentado ponerse en contacto con sus familiares unas tres veces, pero se resignó a hacerlo por la noche, puesto que «las líneas se habían caído».
También hubo quienes se enteraron en la propia fila del Consulado, después de que una mujer peruana que trabajaba en un quiosco cercano se acercara a ofrecerles los datos.
«Estoy esperando a que se reúna la familia en casa de mis tíos en Lima para hablar con todos», confesó inquieta Rosario con el teléfono entre las manos en el interior de la tienda.
Frente a las propias puertas de la oficina, la joven Gisela, de 22 años, apenas conocía detalles y dijo: «Nos informa más la familia que el Consulado».
