La maldición de las parejas presidenciales

La maldición de las parejas presidenciales

(Agencias/PD).-El contundente triunfo logrado este domingo por Cristina Fernández en los comicios presidenciales de Argentina le da revancha a Néstor Kirchner por la debilidad con que asumió el poder en 2003

Los números extraoficiales divulgados por la televisión argentina indicaban que Cristina Fernández llegaría al 46,3% de los votos contra un 23,7% de Elisa Carrió, aspirante a la presidencia por Coalición Cívica (alianza entre liberales y socialistas). Para ganar en primera vuelta se necesita un 45% o el 40% y una distancia de 10 puntos sobre el segundo.

Un caos sin precedente en las mesas de votación de las grandes ciudades y una polémica selección de los datos cargados en el escrutinio alimentaron cierto misterio acerca del resultado, según informaba el diario argentino La Nación. Ya había pasado la medianoche y apenas se conocía el número del 36,25% de las mesas. Pero desde las 21.30, las primeras cifras oficiales empezaron a confirmar los pronósticos.

En el búnker de Cristina Fernández, desde las 19:00 se vivía un triunfalismo extremo. Comenzó a llegar todo el aparato peronista, tambores y bombos incluidos, para celebrar la victoria. Nadie se plantea en el peronismo otro batacazo como el de Isabelita, cuyo fracaso abrió las puertas a la dictadura militar de Videla en 1976.

Paliza electoral con sospechas de fraude

“Quiero comunicarles que Argentina ha votado y nos ha dado a todos los hombres y a todas las mujeres que hemos intervenido en esta elección un lugar. Todos tienen un lugar. Hemos ganado ampliamente –tal vez con la mayor diferencia entre la primera fuerza y la segunda desde la vuelta de la democracia-, pero lejos de colocarnos en alguna posición de privilegio, nos coloca en un lugar de la mayor responsabilidad por la confianza que nos han depositado los argentinos y las argentinas”, dijo fiel a su estilo quien será la futura
Mandataria de este país de 37 millones de habitantes.

No obstante, la música triunfal y el papel picado en honor a Cristina parecían ajenos a una realidad. Estas fueron las elecciones más turbias desde el retorno a la democracia en 1983 y por primera vez, las denuncias de fraude electoral adquirían cada vez más peso.

No menos de cinco partidos políticos denunciaron severas irregularidades en la jornada electoral de ayer. No solamente porque el 20% de quienes debían constituir las mesas electorales nunca acudieron a los recintos, sino porque se desató “un robo sistemático de boletas” de los partidos de la oposición.

Nuevos retos

Sea como fuere, Cristina Kirchner asumirá liderar un país donde la bonanza económica post-corralito -8% de crecimiento anual de la economía – ha comenzado a enfriarse. Y también lo están haciendo sus números.

Pese a estar emergiendo de la crisis, los orgullosos argentinos deben enfrentar la dura realidad de que un cuarto de sus 37 millones de compatriotas aún viven bajo la línea de pobreza. Y que todos, sin excepción, padecen una creciente inflación, una crisis energética a punto de estallar y una caída en la inversión. Su máximo desafío será abandonar el populismo de su marido y enfrentar una situación social que, de no atajarse a tiempo, podría volver a estallar.

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