El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo hoy en una reunión con el alto mando militar que su homólogo de Colombia, Álvaro Uribe, es un «vocero de la oligarquía antibolivariana», pero aseguró que ésta «no va a jugar con nosotros».
(EFE).- «Lo que he hecho es poner en su sitio al presidente de Colombia; llegó el momento de desenmascararlo. Él no quiere paz, es un vocero de la oligarquía santanderista (por el prócer colombiano Francisco de Paula Santander) y antibolivariana», dijo Chávez en una alocución transmitida por la emisora estatal de televisión VTV.
Chávez dijo a los militares que en Colombia hay «una oligarquía que no quiere paz y cree que va a jugar con nosotros», pero aseguró que eso no ocurrirá.
«No va a jugar con nosotros ni la oligarquía colombiana ni ninguna oligarquía en este planeta, por más poder que tenga o por más apoyo imperial que tenga. Venezuela se respeta; aquí hay dignidad», añadió el gobernante venezolano ante los generales y almirantes.
La nueva declaración complementa una escalada retórica que Chávez comenzó el pasado fin de semana, después de que Uribe le retiró la autorización para mediar en el intercambio humanitario de 45 secuestrados en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por unos 500 rebeldes presos.
Chávez dijo el sábado que se «siente traicionado» por Uribe y que ha perdido la confianza que le tenía, y ayer dijo que había metido en el «congelador» las relaciones con Colombia, al tiempo que llamó al presidente colombiano de «mentiroso», entre otras acusaciones.
Uribe respondió anoche a Chávez, a quien acusó de «incendiar el continente» y al referirse al papel de mediador que venía ejerciendo el presidente venezolano subrayó: «nosotros necesitamos una mediación contra el terrorismo y no legitimadores del terrorismo».
Chávez, quien ha reiterado que a Uribe «se le cayó la máscara», fue criticado también por el mandatario colombiano por su visión de la independencia de América, especialmente del papel del prócer caraqueño Simón Bolívar.
«El presidente de Colombia dice que yo estoy irrespetando la historia. El que mandó a matar a Bolívar se llamó Francisco de Paula Santander y Bolívar le perdonó la vida, le conmutó la pena de muerte por el exilio», agregó Chávez ante los jefes militares venezolanos.
«Las oligarquías no creen en la paz ni en la democracia, no creen en el pueblo (…) nos desprecian a nosotros los soldados, a los negros, los mestizos, a los indios; ellos se creen una raza superior y ese es su gran problema, se creen superiores y no lo son y tratan de imponernos su complejo de superioridad por la fuerza», añadió.
Venezuela y Colombia comparten una frontera de 2.219 kilómetros y tienen un intercambio comercial cercano a los 5.000 millones de dólares anuales, lo que Chávez ha advertido que sufrirá consecuencias debido a lo que admitió es una «crisis difícil».
Uribe, tras ser tildado de «mentiroso» por Chávez, también dijo que éste pretende «montar un imperio» con la riqueza petrolera.
También señaló que Chávez alienta conflictos internacionales por afanes electorales internos, como el referendo que el próximo domingo decidirá la suerte de las reformas constitucionales impulsadas por su gobierno.
El proyecto de reforma constitucional incluye la reelección presidencial ilimitada, varios tipos de propiedad, como la comunal, además de la privada; un nuevo ordenamiento territorial y la posibilidad de que el Estado restrinja la información y el debido proceso durante los estados de excepción.
