(EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, insistió ayer en llamar a los opositores conservadores y regionales al diálogo para resolver el tenso clima político que vive el país, y les pidió que no lo «odien» por su condición de indígena.
«Nuevamente quiero llamar a los prefectos (gobernadores) y dirigentes cívicos al diálogo», dijo Morales durante un acto en palacio que fue transmitido por la televisión estatal, en el que el mandatario pidió a los opositores que abandonen «la soberbia» y el «racismo».
«No nos odiemos, no me odien, no me desprecien», reclamó Morales quien además pidió a sus rivales políticos que «no se molesten porque un campesino indígena es presidente».
Sin embargo, Rubén Costas, gobernador de la región oriental de Santa Cruz, feudo de los opositores, aseguró hoy que su propia «predisposición para el diálogo constructivo, invariablemente se estrelló contra el muro de la inflexibilidad del Gobierno y su partido».
El prefecto Costas dio hoy un discurso ante la denominada Asamblea Autonómica Provisional de Santa Cruz que comenzó a estudiar un estatuto autonómico propio que será presentado a la población el próximo sábado en un cabildo.
Costas acusó al oficialismo de «usar y manipular los espacios de diálogo para simular ante el mundo un apego a un sistema democrático en el que no creen».
«Para el presidente Morales, la democracia, el estado de derecho y la voluntad popular fueron meros pretextos para imponer un proyecto ajeno, una visión única y totalitaria», aseguró Costas en referencia al proyecto constitucional que aprobaron el oficialismo y sus aliados el domingo en la ciudad de Oruro.
El texto, que aún debe ser sometido a un referendo, lo rechazan de plano la oposición de derecha y los líderes de seis de las nueve regiones del país, que no reconocen su validez y han advertido en reiteradas ocasiones que lo desacatarán.
El presidente ya había convocado el martes a la paz para las fiestas navideñas a los prefectos y líderes regionales opositores de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando.
Estas tres últimas regiones también preparan la aprobación unilateral de sus estatutos de autonomía para el próximo sábado.
Morales advirtió a los autonomistas, a los que acusa de intentar «dividir» el país, de que no lo va a permitir y de que Bolivia va a permanecer unida.
