Pese a que la inmigración indocumentada de mujeres y hombres en este país fue tema que resonó en todos los medios de comunicación masiva y se impulsó una supuesta solución para más de 12 millones de migrantes, el 2007 no sólo los desamparó, sino recrudeció su vida, convirtiendo su sueño americano en pesadilla.
Univisión dice que el 2007 cerró la puerta a la legalización, se endureció la política migratoria con redadas, separación de familias, deportaciones, construcción de un muro fronterizo y silenciosas discusiones de leyes anti inmigrantes en municipios y estados. A finales de diciembre, las y los migrantes sin documentos se quedaron con las manos vacías.
La reforma migratoria comprensiva, dice la revista Time, en el fondo no era más que una amnistía.
Elvira Arellano, migrante mexicana deportada luego de un año de permanecer asilada en una iglesia, mencionó que dejaron de pedir amnistía, porque el gobierno le tenía miedo a esa palabra, por eso se fueron con la frase de comprensiva.
Ella, desde su santuario en Chicago, daba cuenta de las atrocidades, de los cabildeos, también de las esperanzas. Fue la voz actuante. Y se quedó esperando la ayuda de los mandatarios mexicanos Vicente Fox, y de su sucesor Felipe Calderón, ambos del conservador Partido Acción Nacional.
Ahora, desde México, sigue movilizándose, mientras de este lado de la frontera las y los inmigrantes indocumentados están cada vez más desprotegidos, más vulnerables a las acciones anti inmigrantes.
El New York Times, por su parte, da cuenta en el editorial de su edición dominical, titulada La migración y los candidatos, de las diferentes posiciones de la candidata y los candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
Del lado demócrata, los y la candidata ven a la migración indocumentada de manera diferente, con posibilidades de legalización. En tanto que los republicanos son más duros, con excepción de John McCain. El NYT avizora que una posible reforma migratoria podría tardar dos años o más.
El tema, advierte el rotativo, ha dejado a la nación dividida. Las y los votantes quieren honestidad y solución, no ambivalencias. Y los republicanos no están dando respuestas, pero sí gritando. En tanto que los demócratas están diciendo las cosas derechas, pero ayudaría si hablaran más fuerte.
Lo cierto es que la población estadounidense sabe que si las y los inmigrantes viven en el miedo y sin esperanza, no podrán ayudar a hacer sus camas y sus comidas, a alimentar a sus bebés y parientes enfermos, a recoger sus frutas del campo, dice el rotativo neoyorkino.
María, una colombiana que cuida tres niños, dice que lo único que espera y pide a dios para el año 2008, es que no la deporten y que les abra el corazón a las y los estadounidenses para poder seguir trabajando y vivir como ellos. Vivir como dios manda, dice María, como dice el mandamiento: ama a tu prójimo como a ti mismo…
