El cartel de Cali pierde a su red de matones en España

(PL).- Excelente comida, mujeres, alcohol sin límite, cocaína. El equipo de investigadores no podía esperar: tener a doce de los catorce miembros de la banda de sicarios juntos, de celebración por todo lo alto era un lujo; además aguardaban una partida de quince kilos de droga procedente de Barcelona como parte del pago de una deuda.

Un dos por uno difícilmente despreciable. Era 1 de febrero y la organización brindaba en un chalé de Valdetorres del Jarama (Madrid) por el asesinato de Varela, un capo rival del cartel colombiano de Cali al que iba a suceder en el escalafón «el Pampo», amigo y protector del grupo, según fuentes de la investigación.

Los agentes -policías y guardias civiles- los sorprendieron sin que se moviera una hoja. Faltaban dos miembros asentados en Bilbao, que cayeron al mismo tiempo. La banda de sicarios capitaneada por Cristian Andrés García Escobar, alias «Óscar», de 28 años, había montado una «oficina de recaudadores» de deudas del tráfico de drogas.

El grupo era el brazo ejecutor en España del violento cartel de Cali y varios de sus miembros estaban a las órdenes o habían pertenecido a la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia.

Los agentes les imputan crímenes para abarrotar varias carpetas: delitos de extorsión, detención ilegal, homicidio, tráfico de estupefacientes, tenencia ilícita de armas e infracción de la ley de Extranjería.

El cabecilla, «Óscar», se había juramentado para asesinar a dos de los policías, expertos en redes colombianas, que lo metieron entre rejas. «Óscar» fue capturado en septiembre de 2000 junto a otros 15 colombianos después de que él y su gente asaltaran un furgón blindado de Securitas Seguridad en el barrio madrileño de Canillejas.

En el atraco frustrado murió a tiros uno de los ladrones. La «banda de la embarazada» -la dirigía una mujer- trajo durante meses de cabeza a la Policía con sus golpes a locutorios telefónicos y joyerías.

«Óscar», que tenía 20 años, fue condenado a 21 de prisión. Pero un duro como él no estaba dispuesto a pasarse sus mejores años en prisión y en septiembre pasado, durante un permiso penitenciario, decidió que no volvía más a la cárcel de Aranjuez donde cumplía pena.

No perdió ni un minuto y se puso a las órdenes del cartel colombiano y los paramilitares para dirigir una oficina de sicarios en España, una suerte de «cobradores del frac» con bastantes peores modales.

A sueldo o a comisión tenían dos misiones fundamentales: cobrar las deudas de la cocaína y ejecutar ajustes de cuentas. Los elegidos eran designados desde Colombia por los capos. La red tenía el cuartel general en Madrid, con una sucursal importante en Bilbao, pero no paraban en ningún sitio en busca de morosos y pagadores atrasados.

La investigación comenzó hace cuatro meses al tener conocimiento la Brigada de Crimen Organizado de la Udyco-Central que Cristian Andrés había quebrantado la condena. En un momento de las pesquisas, la línea se cruzó con un crimen del que se ocupaba el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Madrid.

Un cadáver en mitad del campo del que sólo eran identificables las piernas. Un varón, posiblemente colombiano por la forma en que acabaron con él.

Secuestro y «matarile»
El grupo conjunto de agentes de ambos Cuerpos descubrió la «oficina de cobros» que se habían montado «Óscar» y su gente; la movilidad que tenían, las extorsiones -una tras otra- que cometían y el resto de sus filigranas -intentaron secuestrar a un matrimonio colombiano en diciembre en Villalba-. «Trabajan para delincuentes y actúan contra delincuentes.

Ni denuncias ni una palabra de más», explica un investigador de la Udyco.

Eso es así, pero no del todo, dado que una carta escrita desde la prisión e interceptada por los funcionarios daba cuenta de las andanzas de «Óscar» y de sus aviesas intenciones de asesinar a los policías. Primero hubo un anónimo, pero luego la misiva acabó en el Juzgado.

Para redondear ingresos se dedicaban al tráfico de cocaína desde Sevilla y Barcelona hasta Madrid. Se les han intervenido droga, armas y coches.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído