(Agencias / PD).- Las asociaciones y entidades de exiliados cubanos han analizado la noticia de que Castro dejar la presidencia de la isla desde el escepticismo y la alegría porque puede suponer un viraje a la democracia.
El vicepresidente de la Unión Liberal Cubana, Antonio Guedes, Ha asegurado esta mañana que su grupo no celebrará la decisión del Fidel Castro de renunciar a todos sus cargos hasta que el Gobierno cubano libere a todos los presos políticos, cambie la legislación vigente y convoque elecciones «libres y democráticas». «Esto era algo esperado. Se sabía que antes o después tenía que pasar, y aunque es algo positivo no tenemos una alegría exultante. Que liberen a todos los presos políticos, que modifiquen las leyes y que permitan la celebración de elecciones libres y democráticas. Ese día estaremos verdaderamente contentos», subrayó Guedes.
Por su parte, desde la plataforma de exiliados cubanos en España ‘Cuba Democracia Ya’ se han mostrado dispuestos a viajar a La Habana para hablar con el Gobierno de la isla de una posible transición. El presidente de esta formación Rigoberto Carceller, ha explicado que «si el Gobierno quiere hablar de transición estamos dispuestos a viajar a La Habana», ha afirmado. Sin embargo, consideró que hasta que Fidel Castro no desaparezca «definitivamente» del escenario público no se podrá hablar «de un verdadero cambio o transición» en la isla. En este sentido, el exiliado anticastrista aseguró que Fidel es «una especie de fantasma» porque desde que renunció temporalmente ha seguido estando «en la sombra».
La Asociación Española Cuba en Transición (AECT), asimismo, ha advertido que con la reciente renuncia de Castro a todos sus cargos se corre el riesgo de que en Cuba sólo haya «un lavado de cara sin las reformas necesarias» porque, a su juicio, el problema de la isla «no es Fidel sino su obra». «En Cuba existen más de 200 presos de conciencia, no hay libertad de expresión, ni de reunión, ni asociación, no tienen derecho a entrar y salir libremente del país; no pueden entrar en sus hoteles ni conectarse a Internet y no pueden tener sus propias empresas», según Matías Jove, director ejecutivo de la AECT.
