(PL).- El primer discurso de Raúl Castro como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros confirmó que el peso de Fidel en Cuba sigue siendo grande, que hasta el último día ejercerá influencia y que durante no poco tiempo en la isla se gobernará a su sombra.
“Fidel es Fidel, todos los sabemos. Fidel es insustituible y el pueblo continuará su obra cuando ya no esté físicamente”, dijo Raúl, para a continuación someter a votación en el Parlamento una propuesta para consultar a su hermano “las decisiones de especial trascendencia para el futuro de la nación, sobre todo las vinculadas a la defensa, la política exterior y el desarrollo socioeconómico del país”.
De más está decir que la iniciativa fue aprobada unánimemente por los diputados, y sin escatimar aplausos.