(PD / Agencias).- La siderúrgica Sidor, la mayor de las regiones andina caribeña y perteneciente al grupo ítalo-argentino Techint, ha sido informada por el Gobierno del presidente Hugo Chávez de su inminente nacionalización.
La Siderúrgica del Orinoco (Sidor) fue privatizada en 1997, dos años antes de la llegada de Chávez al poder, y ahora pasa a formar parte de las empresas nacionalizadas en los últimos meses de sectores como el cemento, petróleo, electricidad, tierras y telecomunicaciones, tras previas o posteriores indemnizaciones o acuerdos de compraventa o asociación.
José Meléndez, portavoz del sindicato de Sidor, ha asegurado que el anuncio lo hizo el vicepresidente del país, Ramón Carrizales, en una reunión entre las partes que culminó esta madrugada.
«Existe júbilo con el pronunciamiento a la una de la mañana» que hizo Carrizales, «un hombre al que no le tembló el pulso» luego de que la gerencia del grupo dijera que no tenía» otra contra oferta que hacer al contrato colectivo que se negocia infructuosamente desde hace más de un año, dijo Meléndez telefónicamente a la emisora VTV de la red estatal de televisión.
La nacionalización de la siderúrgica, aún no confirmada por el Gobierno, «no es necesaria ni imperativa a la luz de sus resultados en manos privadas», dijo el martes a Efe el gerente de Planeamiento Industrial de Ternium Sidor, Luis Felipe Domínguez. «En manos privadas, Sidor se ha convertido en el puntal y factor dinamizador de la región de Guayana (este) y de todo el país», dijo y remarcó que «lo que se ha hecho en diez años es importante».
El gerente indicó que tras diez años en manos privadas, Sidor puede mostrar una «significativa lista de logros», y citó entre ellos el aumento de la producción de acero líquido, que pasó de 2,9 millones de toneladas en 1998 a 4,3 millones en 2007, y «más de 925 millones de dólares» desde 1998 hasta el año pasado en inversión.
La nacionalización volvió a ser reclamada por los trabajadores de Sidor y otros sectores después de que Chávez anunciara la semana pasada que la industria del cemento pasará a manos del Estado.
